Desde hace ya algún tiempo el Centro de Investigaciones Ruinas de San Francisco (CIRSF) lleva a cabo un proyecto que consiste en el traslado de un museo arqueológico itinerante a las distintas escuelas de la provincia. La idea “es brindar información inherente al pasado colonial de la ciudad”, afirma su director Horacio Chiavazza.
El museo se lleva a un departamento de la provincia por mes. Allí se eligen las escuelas del EGB donde éste se instala y permanece durante una semana. En el transcurso de esta, se dan charlas a los estudiantes. Luego se elige un grupo que, junto con un profesor de la escuela, queda a cargo del museo. Estos, previo asesoramiento, se encargan del cuidado de las piezas arqueológicas y al mismo tiempo hacen de guía.
Todo surge como una inquietud del grupo de investigadores del centro por trabajar los principios de patrimonio y su conservación, para generar conciencia histórica. El eslogan que orienta su misión es: “Los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla”. “Queremos formar conciencia de cambio, de diversidad del comportamiento humano en el tiempo y el espacio, con el fin de favorecer nociones de relativismo cultural”.
Por otro lado se intenta que el conocimiento se socialice y no sea difundido selectivamente entre especialistas. “Buscamos también que el museo pueda estar al alcance de todos, por eso lo queremos acercar a escuelas rurales. En septiembre aproximadamente le toca a San Rafael, General Alvear y Malargüe”, comenta Lorena Puebla estudiante de Historia e investigadora del CIRSF.
Este Centro, ubicado en Ituzaingó y Beltrán de Ciudad, está conformado por estudiantes y profesores de Historia, Arqueología y Geografía. Cuenta con una ayuda económica de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Mendoza desde el año 2000, y a principios de este año comenzó a recibir un subsidio del Fondo Provincial de la Cultura, gracias a un proyecto presentado por Laura Fiori (investigadora del CIRSF). Sin embargo el dinero no es suficiente. “Muchas veces ponemos plata de nuestro bolsillo, o pedimos una colaboración a quienes nos visitan para poder comprar algunos materiales que nos hacen falta y pagar los fletes que usamos para trasladar el museo”.
Más allá de las dificultades económicas, el proyecto sigue adelante. Aunque sería bueno tener más apoyo del Gobierno provincial en éste y otros tipos de iniciativas que buscan descentralizar las propuestas culturales para superar las barreras de la cultura que desde hace años están de pie.
Lucas Martín Adre.
lucasadre@hotmail.com
Departamento de Cultura
