Marizul Ibánez es la más experimentada regisseur con que cuenta la ópera local. Y esta noche tendrá la responsabilidad de ofrecer la obra L´elisir d´amore, una pieza romántica compuesta por Gaetano Donizetti y Felice Romani en 1831.
El estreno será hoy, a las 21.15, en el Teatro Independencia (Chile y Espejo, Ciudad), pero las funciones se prolongarán hasta el 25.
La puesta cuenta con la actuación de la Orquesta Filarmónica de Mendoza bajo la dirección del maestro Pablo Herrero Pondal, quien hará que la música de Donizetti llene las voces de Griselda López, Mariano Leotta, Fernando Lázzari, Marcelo Da Cortá y Mariana Rodríguez.
Egresada del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón como regisseur y Licenciada en Música en la UNCuyo, Marizul Ibáñez es una incansable propaladora de la ópera en nuestro medio y una talentosa directora de escena que ofrecido puestas memorables en el Independencia como la de su Madame Butterfly hace casi una década.
- ¿Por qué elegiste L´elisir d´amore para poner en escena en esta ocasión?
- Es una de esas óperas que estaba en mi lugar de los deseos de hacerla alguna vez. Es fresca, esperanzadora, musicalmente encantadora. Todo lo anterior coincide con la posibilidad de hacerla íntegramente con artistas mendocinos lo que la vuelve ideal. Además, con el agregado de la ocasión de un elenco de gente tanto solistas, como coro, figurantes, etcétera, muy dispuestos a trabajar. Una verdadera fiesta.
- ¿Qué te atrae en particular de Gaetano Donizetti?
¿Cuál es su encanto?
- La belleza, aparentemente bonita, que sin embargo, cala muy profundo.
- ¿Cómo elegiste a los cantantes?
- Resultaron a partir de las audiciones que realizamos para Madame Butterfly, obra que queríamos hacer nuevamente y, aunque no pudimos concretarla, nos dejó un conocimiento actualizado de los cantantes que se presentaron.
- Tu impronta personal en las puestas es notoria. ¿Cómo es en esta ocasión? ¿Tiene características singulares?
- He encarado la puesta como una propuesta de meternos en un mundo de cuento de niños, pero contado también para adultos.
- Al ser una pieza romántica y con buenas dosis de diversión, ¿vas a ofrecer una versión realista o idealista?
- Ojalá resulte para le gente una experiencia estética con buena dosis de realismo y pero también de fantasías que los entregue a la diversión.
- Después de Rigoletto, de Verdi, tu última puesta, ¿qué ajustes has hecho en tu manera de dirigir?
- He puesto mucho trabajo en la creación de los personajes por parte de los solistas. Éste es un enorme tema para charlar en otro momento, porque se da para un gran debate. ¿Los cantantes de ópera deben ser actores que cantan o músicos que actúan?
- ¿Qué se aprende de una obra a otra?
- Que es un camino inagotable, que hay que estar permeable, que la ópera es un género que se presentó de un modo en sus primeros cientos de años de vida y que se está empezando a buscar otras formas de mostrar los grandes temas del ser humano que toca.
- ¿Qué siente un regisseur al tener bajo su mirada tanto lo vocal como lo escenográfico de una ópera?
- Fundamentalmente el deber de no perder la cordura, el buen trato con la gente y el contacto con la pasión por lo que se hace, para que sea la búsqueda del objetivo estético lo que prime en el camino y en las relaciones, y no otros aspectos no tan constructivos que se despiertan en grupos tan numerosos y heterogéneos como los que participan en la puesta de una ópera.
- Has dirigido y codirigido óperas como Madame Buttefly y Tosca de Puccini, y el El barbero de Sevilla de Rossini. ¿Cuál te ha reportado más alegrías?
- Sin lugar a dudas fue la experiencia de vivir a la "Señorita Mariposa" desde las entrañas del proceso.
- Los mendocinos no tenemos muchas oportunidades de ver ópera en vivo. ¿A qué creés que se debe?
- A que no se conoce mucho sobre el género y que tomar la decisión de montarlas requiere enfrentarse a una gran complejidad que tal vez desdibuje la magnitud cultural que resulta del transitarlas para artistas y público.
- ¿Considerás que los mendocinos son un público que sabe apreciar este género?
- Sin lugar a dudas. Lo demuestra la gente, en el número que asiste y en el entusiasmo con que ha participado hasta ahora. Apuesto a quien quiera, que si hacemos una tarea de acercamiento a personas que no irían espontáneamente, lograríamos tener muchas más personas interesadas en ver una ópera en vivo. Esa tarea la realicé en la Escuela Hogar con la música clásica y me demostró en forma contundente que lo económico y cultural no son límites para el arte.
- Una vez me dijiste en una entrevista que tu máximo sueño sería dirigir una Fiesta de la Vendimia. ¿Qué pasó con ese anhelo? ¿Todavía tenés ganas de hacerlo?
- El anhelo sigue absolutamente vigente y vivo. Pero al ser empleada de la Secretaría de Cultura estoy imposibilitada, de acuerdo al reglamento, de presentarme al concurso.
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22 de noviembre de 2024