- Usted habló de un abordaje con políticas progresistas del tema de la seguridad. ¿Por qué no explica ese concepto?
- Entender la seguridad de manera progresista es comprender que hace muchos años el tema de la seguridad dejó de ser un tema estrictamente policial. La seguridad es un tema integral que tiene que ver con la educación y la formación de nuestros hijos, con el desarrollo urbano que implique crear ciudades más desarrolladas pero con espacios públicos; con espacios para la venta de objetos lícitos, con viviendas dignas. En definitiva, crear barrios y no sólo casas. Entender la seguridad desde el punto de vista progresista es también considerar por ejemplo que el desarrollo y las actividades sociales como el deporte y la cultura son aspectos relevantes que van disminuyendo las condiciones de riesgo social. Así evitamos que nuestros niños, jóvenes y adultos caigan en la delincuencia y frenamos el flujo de entrada de personas a la actividad delictual. Con eso podemos focalizar a nuestros policías en el combate de los delincuentes habituales. En consecuencia tenemos que ver el tema integralmente. Desde el punto de vista de la prevención social, del fortalecimiento de nuestra policía, de la administración de justicia y del sistema carcelario. Todos esos aspectos constituyen lo que nosotros hemos denominado la estrategia nacional de seguridad pública.
- ¿Esto implica abandonar el paradigma de la represión?
- No. Tenemos que tener muy claro que hay etapas para enfrentar la delincuencia y etapas de prevención social como darle alternativas a nuestros jóvenes para que no caigan en la delincuencia. Si le damos esas alternativas y el joven insiste, hay que aplicarle todo el rigor de la ley. Y las cárceles que tengamos deben ser lo suficientemente óptimas para que produzcan el efecto que toda pena tiene, según el derecho penal, que es la rehabilitación. No hay que tenerle miedo a la mano dura. Hay que tener mano dura con los delincuentes habituales. Pero hay que tratar de evitar que nueva gente caiga en la delincuencia. Y para eso tenemos que disminuir la exclusión social, incorporar más gente al desarrollo económico de nuestros países.
- ¿ Cómo han hecho en Chile para cambiar la imagen de los Carabineros, llevarlos al primer lugar de la consideración pública, luego de 17 años de dictadura pinochetista?
- Hemos tenido un trabajo permanente entre los diferentes gobiernos de la concertación y los diferentes altos mandos policiales. Hemos transformado la concepción ciudadana de la policía. No hablamos del policía represor sino del policía protector a través del acercamiento y la integración con la comunidad. Hemos estado trabajando arduamente en la integración comunitaria con más de ocho mil organizaciones vecinales trabajando con la Subsecretaría de Carabineros que depende del Gobierno. Hemos hecho un conjunto de acciones objetivas y también mediáticas que han permitido ubicar en el primer lugar la credibilidad de los Carabineros.
- Usted mencionaba la posibilidad de utilizar la comunicación para bajar la sensación de inseguridad. En Mendoza hubo un intento y se nombró a un publicista con este fin. ¿Cuál debe ser la relación entre un Ministerio de Justicia, la policía y los medios de comunicación?
- Enfrentar la seguridad desde un punto de vista moderno es usar toda la tecnología disponible para lograr los objetivos. Y en esa medida los medios de comunicación son fundamentales. A través de esta entrevista me estoy comunicando con muchas más personas de las que estuvieron aquí en esta reunión, en consecuencia es tremendamente legítimo que las policías y los gobiernos difundan las acciones positivas que están realizando porque así la ciudadanía se siente más segura. Se da cuenta que las autoridades no están de brazos cruzados sino que están trabajando para solucionar los problemas. Cuando se crea esa sensación de seguridad, la gente, los ciudadanos, nuestros habitantes van a vivir mucho más tranquilos. No solamente es legítimo sino muy necesario que se haga una política comunicacional destinada no ha coartar la libertad, ni a tapar destinados errores; sino principalmente orientada, además de resaltar los problemas que hay y por lo tanto tratar de solucionarlos, a comunicar a la ciudadanía lo que se está haciendo en forma positiva.
- Pero, no se plantea un conflicto de intereses teniendo en cuenta que el periodismo debe reflejar las cosas negativas que pasan en materia de seguridad como en tantos otros temas.
- No creo que haya conflicto de intereses porque el periodismo por función y por principio tiene como objetivo informar y la información es neutra según dicen los propios periodistas. Por lo tanto si hay buenas noticias tiene la obligación de informar y si hay malas noticias también. En esa libertad de información –el periodista- tiene que ser equilibrado porque sino la influencia que tienen los medios de comunicación en la ciudadanía sobreinformando noticias negativas es muy complicado porque nos va generando una brecha muy grande entre la inseguridad objetiva o los números de delitos y la inseguridad subjetiva o el temor. Hay lugares donde el temor es mucho más alto que el delito y ahí está la influencia de cierta excesiva difusión de malas noticias. La obligación de informar es para los dos lados: el bueno y el malo.
- ¿Cómo califica el acuerdo al que ha llegado el Gobierno de Chile con la provincia de Mendoza para capacitar a efectivos de la policía de la provincia?
- El gobernador (Julio) Cobos me visitó el año pasado y me pidió expresamente la posibilidad de capacitar algunos policías en Chile. Y como subsecretario de Carabineros dependiente del Ministerio de Defensa Nacional y por lo tanto funcionario político de mucha confianza del Presidente Lagos, he accedido a esa petición del Gobernador. Esto se ha transformado en tres policías de Mendoza estudiando en los planteles de Carabineros de Chile para perfeccionarse en algunos temas. Con mucha satisfacción observo que un policía ya ha regresado del curso de un mes sobre protección de personas importantes y ha obtenido el primer lugar de calificación dentro de su promoción. Esto habla muy bien de los funcionarios que han ido a nuestro país a capacitarse.
- ¿La intención es que ellos después se transformen en instructores en la Policía de Mendoza?
- Así es. Formador de formadores. Nos gustaría, pero es imposible capacitar a todos juntos, razón por la cual aquellos que se hayan capacitado en Chile van a tener la obligación de llegar acá y capacitar a sus pares.
Rodrigo Sepúlveda
Editor del Departamento de Política
