El ministro de Seguridad y Justicia, Aníbal Fernández, afirmó que la iniciativa de empadronar a los hinchas para combatir la inseguridad en los estadios “no sirve para nada” en sí misma si no es acompañada de otras medidas. Fernández (foto) sostuvo además que “hay culpas en los dirigentes del fútbol” respecto del accionar de los barrabravas, “porque no sólo han apañado lo que sucedía, sino que lo han financiado”, y dijo hablar “no como ministro, sino como dirigente de fútbol”, ya que fue directivo de Quilmes.
“El empadronamiento en sí mismo no sirve para nada; tiene que ir acompañado de un montón de otras cosas, en las que sí creo”, aseveró el funcionario, al referirse a la propuesta de identificar a quienes ingresen en los estadios.
Fernández citó a “algunos periodistas bastante reconocidos”, los que estarían “muy enojados con la AFA” por considerar que “esta iniciativa de empadronamiento a los hinchas es un gran negocio”. El domingo, Página/12 reveló que los 60 millones de dólares que costará el futuro sistema de seguridad serán costeados por los socios y los hinchas de los clubes, no por la AFA, dado que el financiamiento para poner en práctica el sistema saldrá de un aumento del 26 por ciento en el precio de las entradas generales.
Lanús, la institución elegida para la prueba piloto, desestimó el acuerdo que la AFA había alcanzado con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y la multinacional Telecom, que proveerán el sistema, y acordó con una compañía privada, Estrategias Competitivas SA, para instalar un sistema parecido en sus instalaciones.
“A mí me tiene muy tranquilo, porque no lo practicamos nosotros”, añadió el ministro, que planteó que “el tema de la inseguridad en los estadios no se resuelve si no se saca a los que no tienen que estar” y “la única forma es ponerle a la Justicia blanco sobre negro y decirle quiénes son los responsables”.
Fernández recordó que, cuando fue ministro del Interior, se realizó “un muy buen trabajo de identificación” de hinchas presuntamente violentos, pero lamentó que “con el pretexto de ingresar banderas o bombos se te meten 300 tipos”. A causa de ese relevamiento, dijo tener “imágenes de controles que se quedan con las entradas en las manos y después esas entradas son revendidas”, lo que constituye un negociado para empleados puestos por los clubes.
Fernández consideró que, más allá de empadronar hinchas, no se debe “vender entradas en los estadios, para que no se junten tipos que generen conflictos”, algo que el nuevo plan considera, y que deben instalarse “molinetes verticales” que impiden el ingreso masivo. “No se puede resolver el tema de la violencia en el fútbol sólo por espasmos, sino por un combo de cosas”, aseveró.