Los aumentos en las tarifas de energía eléctrica, gas, agua y transporte público, firmados por el gobernador Celso Jaque concentran la riqueza, no la redistribuyen.
No es coherente pregonar que en este marco de crisis económica internacional se va a defender a los más débiles y luego aumentar las tarifas de los servicios públicos, beneficiando a los grupos económicos más concentrados.
En lugar de fomentar instrumentos que mejoren los ingresos de la población para mantener la actividad económica interna, se subsidia abierta o encubiertamente a quienes vienen ganado millones desde las privatizaciones de los 90.
En estas elecciones debemos tener la oportunidad de debatir proyectos, poniendo en juego las ideas y dejando en claro a qué sectores representa cada uno y cada una. Los candidatos de los partidos tradicionales parecen sólo interesados en conseguir cargos, ya que salen a opinar sobre los problemas que le interesan a la gente.