El proyecto se inscribe en el Programa de Gestión y Planificación de la Calidad Educativa en el Siglo XXI patrocinado por las dos Universidades con la intención de poner en valor la transferencia de conocimientos y de experiencias docentes entre ambos países. La dirección está a cargo del profesor del área de Pedagogía, Antonio Pantoja Vallejo.
Entre los años 2004 y 2006, más de 30 aspirantes tomaron parte del proyecto. De ellos -recuerda el director- tras “mucho esfuerzo y sacrificio”, 28 recibieron la aprobación del Defensor de Estudios Avanzados para llevar adelante sus respectivas tesis en 2007. Además, y como parte del convenio firmado por las instituciones académicas, los trabajos estuvieron dirigidos por profesores de la UJA y de la Universidad de Sevilla.
Según describe una publicación de la ciudad de Jaén, “aunque se sintieron como ‘un manojo de nervios’ a su llegada a la institución jiennense, hoy (las futuras doctoras) pueden presumir de haber superado con nota la prueba de fuego. Llegaron como estudiantes y se marchan como doctoras. De su paso por el programa, aseguran que siempre recordarán a sus directores. ‘Estamos muy orgullosas porque hemos hecho un buen trabajo y creemos que dejamos en muy buen lugar a nuestra Universidad’, explica María Luisa Porcar”.
“No se trata -señala por su parte el director Pantoja- sólo de un proyecto de trabajo. Es algo que va más allá porque se consigue entablar una estrecha relación de amistad entre los participantes que, a fin de cuentas, compartimos las mismas inquietudes y queremos trabajar por mejorar el proceso educacional en cada uno de nuestros países. Se trata de un enriquecimiento mutuo, tanto en el ámbito profesional como en el personal”.
Una vez más, el papel jugado por las nuevas tecnologías fue vital para llevar a buen puerto la iniciativa. En este sentido, todo el trabajo formativo se desarrolló “al otro lado del Atlántico”, con la visita puntual de los docentes de las Universidades españolas para seguir de cerca la evolución de sus pupilos. “Casi todo el proyecto se ha coordinado de forma virtual, a través de correo electrónico y de videoconferencias para tener tutorías”, recuerda el profesor de la UJA.
“Ahora, con el trabajo terminado y con el reconocimiento obtenido, sólo queda espacio para la emoción y los agradecimientos, pero también para la tristeza por la conclusión de un ciclo”, finaliza la publicación mencionada.