El acto se desarrolló en el Hotel Hyatt, como parte del Octavo Encuentro de Investigadores y Profesionales Argentinos de la Construcción (EIPAC) que organiza la Facultad de Ingeniería, con la presencia de autoridades universitarias, profesionales, docentes, egresados y estudiantes, que colmaron el Salón de los Espejos del hotel.

El doctorado Honoris Causa es la máxima distinción que otorga la Universidad Nacional de Cuyo a personalidades nacionales o extranjeras sobresalientes por su trayectoria académica y científica. La decisión corresponde al Consejo Superior, a solicitud, en este caso, de la Facultad de Ingeniería.

En consonancia con la nacionalidad del homenajeado, abrió el acto la interpretación de las “canzonette” populares italianas “Torna a Sorriento” y “O sole mio”, interpretadas por la soprano María Páez y el tenor Fernando Ballesteros.

Tras recibir su diploma, la resolución del Consejo Superior y una plaqueta con el escudo de la UNCuyo, el profesor Calvi sintetizó en cuatro puntos su breve intervención. Dijo sentirse “honrado, feliz y emocionado”. Ello así, “por la Universidad que otorga el título, muy conocida por sus investigaciones en Ingeniería Sísmica”. Por la “importante tarea que desarrolla la Facultad de Ingeniería”, donde además “tengo buenos amigos”. Y finalmente, porque “Mendoza tiene un punto en común con el lugar donde vivo: el vino”.

Al concluir, destacó que esta nueva vinculación que se establece con la UNCuyo es “una buena oportunidad para profundizar la cooperación con otras Universidades del mundo”.

Este último aspecto fue puesto de relieve, precisamente, por el vicepresidente de EIPAC, Francisco Crisafulli, quien tuvo a su cargo la presentación de laureado, al destacar “su disposición a colaborar con los países en desarrollo, a través de la transferencia de tecnología y sus aportes académicos y científicos”.

En este mismo sentido apuntó el rector Somoza. Tras manifestar que sus palabras representan “el testimonio de la Universidad y su satisfacción de poder contar con personas de la talla de Calvi (y de otros Honoris Causa presentes en el acto)”, el rector adelantó que la UNCuyo “va a consultarlo en el marco de su programa de investigación sobre la demanda de la sociedad respecto de la Universidad, sobre todo en la perspectiva de la evolución del conocimiento en el largo plazo”.

El vicedecano de Ingeniería a cargo del Decanato, Daniel Fernández, se hizo eco de “la emoción que embarga a todos” los que comparten, como docentes y como estudiantes, “la tarea de formar personas”. Y aludiendo a una de las especialidades de Calvi, la construcción de puentes, resaltó que ésta no se limita a lo material, ya que “es un verdadero constructor de puentes entre personas, países y culturas”. 

Perfil
Gian Michele Calvi es ingeniero civil graduado en la Universidad de Pavía, magíster en Ingeniería Civil por la Universidad de California-Berkeley y doctor en Investigación en Ingeniería de las Estructuras por el Politécnico de Milán.

Actualmente, es profesor de Ingeniería Estructural en la Universidad de Pavía, director de la Escuela Europea de Estudios Avanzados para la Reducción del Riesgo Sísmico y director del Centro Europeo de Investigación y Capacitación en Ingeniería Sísmica.

Sus trabajos de investigación -señala la resolución del Consejo Superior- “representan un aporte invaluable a la Ingeniería Estructural y han alcanzado nuevos métodos de diseño sismorresistente para edificios y puentes”, por lo que “contribuye en forma notable a reducir el riesgo sísmico a escala mundial”.

Otro rasgo que lo caracteriza y justifica la distinción radica en “su calidez humana, su generosidad y la desinteresada ayuda brindada a países en desarrollo, a través de la capacitación de recursos humanos y la transferencia tecnológica”.