La Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCUYO suma una nueva oferta de posgrado: la Maestría en Estudios Feministas. Su directora es la filósofa e investigadora del CONICET, Alejandra Ciriza, quien además es fundadora del Instituto de Estudios de Género y Mujeres (IDEGEM) de la Universidad.

La carrera es estructurada y de modalidad exclusivamente presencial, con un trayecto de formación teórico y otro metodológico. Los contenidos del tramo teórico (que consta de 12 seminarios) son: La emergencia del feminismo: genealogías y debates feministas; La denominada Segunda Ola del feminismo; Pensamientos feministas del sur; Género y parentesco desde la antropología feminista; Ciudadanía sexual. La lucha por los derechos del cuerpo; Estado y políticas públicas desde una perspectiva feminista; Economía feminista; Aproximaciones a las teorías y movimientos queer/cuir y las disidencias sexuales; Comunicación, Estudios de Género y Feminismos; Debates feministas en arte y cultura en Latinoamérica. Siglo XX y XXI; Violencias patriarcales; y Pedagogías Feministas. Conceptos clave y herramientas teórico-prácticas.

Las clases están previstas que comiencen en agosto próximo, sujeto al avance de la situación de aislamiento preventivo social obligatorio ante la pandemia de COVID-19. 

Hasta el 15 de junio se podrá hacer una preinscripción, que consistirá -en principio- en el envío de un formulario de Google. Luego, la Coordinación Académica hará un proceso de selección y aceptación de solicitudes; es por esto que en el formulario hay un espacio para redactar los motivos de cursar la carrera. 

Para consultar aranceles, becas y otras inquietudes escribir a: mef.fcpys@gmail.com o ingresar en la página web: www.fcp.uncuyo.edu.ar/estudios/posgrado/22. También en las Redes Sociales de Facebook Maestría en Estudios Feministas, Twitter @MEF_FcpysUncuyo e Instagram @mef.fcpys  

Un logro colectivo hecho realidad

La directora Alejandra Ciriza explicó que esta carrera es el resultado de 10 años de trabajo y esfuerzo colectivos. “El proceso ha sido muy largo. La maestría se hizo como se hizo el IDEGEM, a partir de personas que tenemos un doble compromiso, en primer lugar, un compromiso militante y, en segundo lugar, un compromiso académico”, aseguró la activista feminista. Y, en ese sentido, mencionó el aporte de reconocidas especialistas, como las doctoras Laura Rodríguez Agüero, Eva Rodríguez Agüero, también secretaria general del IDEGEM, y Claudia Anzorena, coordinadora de la Maestría.   

A su vez, Ciriza detalló que el plantel docente está conformado casi en su totalidad por mujeres de larga trayectoria académica, entre las que figuran las doctoras Fabiana Grasselli, Valeria Fernández Hasan y Soledad Gil, además de las mencionadas. “Eso es una ventaja muy grande y es una característica, porque nosotras empezamos al mismo tiempo que se empezó la tarea de formación y de promoción de los estudios feministas, hace muchos años, en el año 1995”, indicó. 

Asimismo, la directora consideró de gran relevancia que la misma sea un espacio crítico en tanto aporte a una genealogía feminista, en referencia a la renovación generacional en los feminismos. “Las pibas salieron de una larga historia de lucha que pudieron ver. Tienen la ventaja enorme de ser una generación feminista que tiene a sus ancestras vivas. Eso hizo posible esa renovación generacional importantísima”. 

La importancia de hablar de Estudios Feministas 

La fundadora del IDEGEM defendió la idea de hablar de una Maestría de Estudios Feministas en lugar de una Maestría en Estudios de Género. Al respecto, aseguró que el equipo académico pensó y discutió largamente ese asunto. Contó que la primera construcción colectiva de gran parte de quienes conforman ese equipo fue un Grupo de Estudios de Género. En el mismo se apeló a la noción de género, porque era una noción con más consenso y aceptación que hablar de feminismo, en otro momento histórico. 

Sin embargo, a la hora de nombrar a la maestría, consideraron que este momento de intensa presencia y visibilidad callejera de los feminismos las habilita para nombrarse en tanto mujeres feministas. “Creo que nombrarse no es una pequeña cosa, nosotras eso lo sabemos muy bien. Durante siglos el lenguaje sexista nos invisibilizó. Entonces me parece que poder nombrarnos es una cosa importante. Y a eso apunta la maestría, también. A poder nombrarnos, a poder poner en el espacio público que la maestría no es solamente de Estudios de Género, no apunta solamente a la transición de saberes académicos, sino que apunta también a la transición de, como solemos decir entre nosotras, una genealogía feminista”, puntualizó Ciriza.