La congestión vehicular, la depresión habitacional en algunas zonas y la explotación de sectores no aptos para la urbanización, son los ejes principales de un nuevo proyecto para modificar el Código de Edificación en Capital.
La congestión vehicular, la depresión habitacional en algunas zonas y la explotación de sectores no aptos para la urbanización, son los ejes principales de un nuevo proyecto para modificar el Código de Edificación en Capital.
Se apunta a preservar el aspecto residencial, generar una nueva dinámica urbana y preservar el paisaje urbano característico de la ciudad.
Además, se estudia la opción de crear nuevos accesos de circunvalación, que facilitará el tránsito proveniente de los departamentos de Las Heras y Godoy Cruz. El objetivo es conducir los flujos de vehículos si impactar en las áreas del microcentro.
El estudio, además, evidencia la depresión habitacional en sectores determinados de Mendoza, como la Cuarta Sección, que es uno de los casos más evidentes.
Desde el municipio promueven una estrategia de ocupación urbanística, destinada a sectores de clase media que fomente la urbanización en la zona.
Otro de los puntos que incluye este escrito está relacionado con las construcciones de torres o edificios de gran tamaño.
El programa pretende que la creación de estas estructuras esté acorde con el tejido residencial de la zona.
Por su parte, sostiene que en Capital hay edificios que atentan contra el paisaje urbano y pueden afectar a las construcciones colindantes.
La edificación en el piedemonte es otro de los puntos que preocupan al municipio. Desde la Dirección de Planificación Urbanística aseguran que el crecimiento se da de manera dispersa, desordenada y los terrenos en algunas zonas presentan irregularidades que pueden afectar la construcción.
Se pretende fomentar la ocupación en las zonas centrales del municipio, para después generar proyectos que favorezcan la expansión hacia los sectores del oeste.
El diagnóstico está basado en los diferentes casos de urbanización, tomando como referencia las experiencias de los distintos códigos urbanos implementados en la Capital a lo largo de los años.
El trabajo contó con la participación del Cricyt y también del Instituto de Energía de la Facultad de Ingeniería de la UNCuyo, entre otros.