En Ciencias Médicas funciona una consejería sobre enfermedades de transmisión sexual y se realizan tests rápidos para detectar el virus del VIH. El nuevo espacio se habilitó para consultas de estudiantes, personal docente y no docente de la Facultad, con la intención es expandirlo a toda la Universidad.
El test es voluntario, gratuito y confidencial y permite evaluar las conductas de riesgo con respecto al VIH y otras infecciones de transmisión sexual, para poder cambiarlas. Se puede realizar los lunes de 10 a 14, en los consultorios del Centro de Medicina del Adolescente (Cenmad) de la Facultad. Se atienden demandas espontáneas, pero también se pueden solicitar turnos a la secretaría del Centro al teléfono 4494166.
El Servicio permite que estudiantes y personal (grupo etario con mayor riesgo de contagio) puedan acceder a información, consejería y testeo de esas enfermedades. Además, al sensibilizar a los alumnos, éstos pueden actuar como multiplicadores en el ámbito universitario y en la sociedad.
La infección por VIH se ha transformado en una patología crónica, y los tratamientos antiretrovirales de alta eficacia permiten mejorar la morbimortalidad de los pacientes afectados.
En qué consiste el test. La persona primero responde una encuesta sencilla que permite recabar datos epidemiológicos y conocer conductas de riesgo. Con el consentimiento por escrito se extrae una pequeña muestra de sangre (punción digital simple) que se coloca en una tira de testeo, la cual arroja el resultado en 15 o 20 minutos. Junto con el resultado, la persona recibe folletería y preservativos, que provee el programa provincial de SIDA del ministerio de Salud de Mendoza.
“El test es muy sensible, pero para poder confirmar el diagnóstico hay que proceder, en caso de que sea reactivo, a una extracción de una segunda muestra para hacer estudios confirmatorios”, indicó la doctora a cargo del Servicio, Eleonora Betina Ángel. Trabajan con ella bioquímicos del área Parasitología e integrantes del Cenmad, que coordina el doctor Fabián Díaz.
La especialista señaló que la iniciativa responde en parte al planteo de ONUSIDA que fijó como meta para el 2030 que el 90% de la población mundial esté testeada con respecto al VIH, el 90% de los infectados en tratamiento, y de esos el 90% tengan carga viral no detectable para el virus del VIH. Estas metas, conocidas como “909090”, tienen como finalidad para el 2050 erradicar el Virus en la población mundial.