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Oficios: estudiantes aprenden a panificar en el Complejo Penitenciario

La propuesta surge del programa de Educación en Contexto de Encierro de la UNCUYO con la intención de proporcionarles herramientas que les permitan su reinserción sociolaboral. Arrancaron con productos panificados.

imagen Oficios: estudiantes aprenden a panificar en el Complejo Penitenciario

Diez mujeres internas del Penitenciario Federal VI aprendieron a hacer panes simples y saborizados, pizzas, tortitas mendocinas de distintas variedades, masas de empanadas, pascualinas y panes dulces.

El programa de Educación en Contexto de Encierro (EUCE), junto con el Área de Desarrollo Territorial y el Área de Oficios de la Universidad Nacional de Cuyo realizan una serie de capacitaciones en oficio, sobre panificación, para internas e internos del Complejo Penitenciario Federal VI de Cuyo.

Laura González Kaluza, integrante de Desarrollo Territorial, estuvo a cargo de la logística de las capacitaciones que articularon con diferentes actores que intervinieron en la tarea.

“La propuesta busca proporcionar a personas privadas de la libertad, espacios de aprendizaje que permitan formación ocupacional que facilite y brinde herramientas para su revinculación sociolaboral”.

De la primera experiencia participó un grupo de diez mujeres estudiantes que aprendieron a hacer panes simples y saborizados, pizzas, tortitas mendocinas de distintas variedades, masas de empanadas, pascualinas y panes dulces.

Cecilia Moyano, coordinadora de Educación en Contexto de Encierro (EUCE), dijo que la propuesta surgió de un intercambio de ideas con el equipo de educación del complejo penitenciario: “Me comentaron que se inauguró el edificio nuevo para elaboración de panificados. No obstante, no contaban con personal que pudiera capacitar a las mujeres. A partir de allí la idea fue acercaresta propuesta formativa como parte de los oficios tradicionales, la cual a su vez promueve la elaboración de productos para el consumo interno".

La idea es que se transforme en un aprendizaje que pueda facilitar la inserción laboral y/o la promoción de emprendimientos laborales al momento de la obtención de la libertad. "Así, en coordinación con el área de Desarrollo Territorial y la colaboración de la dirección del Comedor, concretamos la propuesta que está teniendo excelentes resultados ya que todas las partes involucradas están muy comprometidas con la actividad”, detalló.

Romina Flores es la chef-docente que tiene a su cargo la capacitación. Con 15 años de trayectoria en el Comedor Universitario, habló de esta nueva posibilidad que le da la UNCUYO: “La experiencia de enseñar en este ámbito laboral ha sido de gran ayuda para mi crecimiento profesional y gratificación personal. Es muy importante haber invertido gran parte de mi vida profesional en el estudio y capacitación para poder contribuir a que cada alumno entienda la pasión y la belleza de la cocina".

Desde el Área de Desarrollo Territorial, Matías Albornoz, coordinador del espacio, aclaró que con este tipo de capacitaciones que amplían las habilidades y ayudan a la inserción laboral de las participantes, intentan incentivar las actividades productivas.

Para Nadia Alonzo, “aprender un oficio en contexto de encierro puede ser, para muchas mujeres, una muy buena oportunidad. Consideramos de suma importancia estas experiencias y la participación de la Universidad acompañando estos procesos formativos que contribuyen a la reinserción en el mundo del trabajo”.

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