El botulismo es una intoxicación ocasionada por la toxina botulínica, una neurotoxina bacteriana producida por la bacteria Clostridium botulinum. La vía de intoxicación más común es la alimentaria, por ingestión de alimentos mal preparados o conservados de manera inapropiada.
Teniendo en cuenta los recientes sucesos de botulismo, la ingeniera y directora de la carrera de Industrias de la Alimentación de la facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria de San Rafael, Fanny Martín, realizó un informe que explica en cada caso por qué puede o no envasarse determinado alimento y qué hacer si se duda de su inocuidad.
Recomendaciones
No elaborar conservas caseras de carnes rojas o blancas como ternera, cerdo, oveja, cabra, jabalí, pescados, pollo, vizcachas, liebre, conejo, martineta, entre otros, porque las temperaturas de esterilización que pueden lograrse a nivel casero no alcanzan para destruir las esporas del Clostridium botulinum, responsable de producir las mortales toxinas.
La misma recomendación es para conservas a base de hortalizas como pimientos, alcauciles, berenjenas, cebolla, y chauchas.
No elaborar conservas caseras de tomates mezclados con pimientos, cebolla, ají, ajo u otros ingredientes dado que estas mezclas vuelven potencialmente peligroso el producto.
Elaborar tomates en conserva con el agregado de 2 cucharas soperas de vinagre de alcohol o 2 cucharas soperas de jugo de limón por kg. de tomate.
En caso de tener dudas sobre la inocuidad de una conserva casera de carnes rojas o blancas, pimientos, chauchas, alcauciles, espárragos, tomates, berenjenas, se aconseja volcar el contenido en un recipiente y hervirlo por 10 minutos para eliminar la posible presencia de la toxina botulínica. Consumir de inmediato y nunca probarla sin la cocción sugerida.