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Ojos que no ven…

Familiares de desaparecidos de la dictadura fueron desalojados por orden de Carlos Pereyra González, presidente de la Cámara de Apelaciones, cuando realizaban su reclamo en las escalinatas de tribunales federales, como cada último jueves de mes. Un nuevo intento de acallar las voces que reclaman justicia hace treinta anos. 

29 de agosto de 2005, 09:50.

Por Loana Isla Lacuey

Departamento de Sociedad y Movimientos Sociales

l_isla@hotmail.com

“Todavía cantamos, todavía pedimos, todavía soñamos, todavía esperamos,

a pesar de los golpes que asestó en nuestras vidas el ingenio del odio,

desterrando al olvido a nuestros seres queridos”. Todavía cantamos (Víctor Heredia)

El último jueves de cada mes, familiares de detenidos y desaparecidos de la dictadura, junto a militantes de derechos humanos, realizan su reclamo en la escalinata de los Tribunales Federales de Mendoza. Pero en esta ocasión, el presidente de la Cámara de Apelaciones, Carlos Pereyra González, mandó a la policía a desalojar a los manifestantes, aclarando que no podían poner en ese lugar los “cartelitos” y pancartas que llevaban.

Este acto respondía, según Mariú Carreras, representante de Familiares, a que “en algún recóndito lugar, en algún papelito está escrito que no se puede manifestar uno en esas escalinatas, que la vereda es pública pero las escalinatas no, o sea, es lo de siempre, tienen tiempo para eso, no tienen tiempo para buscar las causas que ellos mismos pierden. Este es un hecho lamentable que muestra el cerco que existe todavía en Mendoza y que todavía no se rompe. Pero lo va a terminar rompiendo la potencia, la organización de un pueblo que no puede vivir caminando sobre un genocidio, que quiere vivir con la frente alta de la dignidad, de la justicia, de la verdad”.

Finalmente, los familiares decidieron realizar el acto en la vereda, con la determinación de realizar una denuncia ante la Bicameral de Derechos y Garantías de Diputados y Senadores. Decidieron también comunicar a la población, por intermedio de la prensa, lo sucedido en tribunales. Reafirmaron continuar con su trabajo de concientizar a la gente sobre las atrocidades cometidas en la dictadura, manteniendo viva la memoria de aquellos que fueron enmudecidos por luchar contra el poder.

En cuanto al estado en el que se encuentran las causas por las cuales continúan reclamando en la justicia, Mariú Carreras afirma: “continúan lanzándose la pelota unos a otros, contestándonos con cualquier mentira, y así dilatan el tiempo, y en este dilatar el tiempo, se mueren los genocidas y se mueren nuestros compañeros, pero nada de eso va a impedir que la verdad y la justicia un día lleguen; se equivocan, se equivocan si creen eso”.

Respaldo multisectorial

En el plenario de trabajadores estatales que se llevó a cabo el último viernes, se hizo referencia a lo sucedido en tribunales. Gustavo Maure, de SUTE, dijo: "hoy tendremos que hacerle un desagravio sin lugar a dudas porque un señor que dice representar a la Justicia Federal aquí, en Mendoza, ayer ha cometido la peor de las torpezas que es creer que puede borrar la memoria de los argentinos y de los mendocinos en particular, porque haga correr algo que le molestaba tener delante de los ojos y es que no olvidamos y no perdonamos a los asesinos de los militantes en Argentina”.

Los dirigentes gremiales invitaron a representantes de familiares para que los acompañaran y dirigieran unas palabras a la audiencia que se encontraba reunida en la explanada de Casa de Gobierno reclamando por aumento salarial. Mariú Carreras tomó la palabra, haciendo hincapié en la labor que desempeñan: “estar acá con nuestras pancartas, con esta presencia viva de la memoria, es continuar la vida y esto es sumamente importante porque desde este sistema siempre la continuidad tratan de hacerla desaparecer para que pensemos que siempre están a foja cero y no es real, no estamos a foja cero, la lucha es desde hace muchísimos años, siempre ha habido conciencia, siempre ha habido en muchos de nosotros a través del tiempo y en todos los países luchas, determinación, convicción para trabajar por el cambio, por la justicia. Tenemos que trabajar, no tenemos que cerrar los ojos, no tenemos que pensar que es preferible no ver, no saber, porque no se vive mejor así, sin ver, ni saber. Es necesario ver, conocer, transmitirles a todos que tienen que ver y saber para que nunca más vuelva a ocurrir, para que nuestros hijos, nuestros nietos, nuestros vecinos, nosotros mismos tengamos realmente seguridad”

En el mismo plenario, familiares presentaron su lema: "Ningún genocida suelto en Mendoza al cumplirse los 30 años del golpe de Estado. Ningún genocida suelto", al tiempo que proponían “que en las escuelas, en las organizaciones sindicales, en todas partes, donde marche, donde camine, donde esté un trabajador, en la cocina de la casa, en la calle del barrio se transmita eso para que tengamos paz, para que tengamos alegría, para que seamos dignos, los genocidas tienen que estar presos y nosotros podremos marchar sin miedo sabiendo que estamos con la gente buena en las calles buenas de esta provincia que se merece justicia”.

Luego de someter a votación la propuesta, se llegó a la decisión unánime de utilizar este lema en toda pancarta de los gremios que se encontraban reunidos. Todo esto con un objetivo claro: que  finalmente se logre la justicia reclamada y merecida durante tantos años.

Todavía cantamos, todavía pedimos, todavía soñamos, todavía esperamos;

que nos digan adónde han escondido las flores que aromaron las calles,

persiguiendo un destino ¿Dónde, dónde se han ido?

Todavía cantamos, todavía pedimos,

Todavía soñamos, todavía esperamos... Todavía cantamos (Víctor Heredia)

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