Rendir y aprobar en las mesas de marzo es todo un reto para los jóvenes. Estrategias para estudiar mejor.
Luego del receso estival, muchos jóvenes deben afrontar un nuevo reto: rendir y “aprobar” los exámenes de febrero. Esta situación suele provocar desequilibrios y enojos familiares que llevan muchas veces a transmitir un alto grado de ansiedad, provocando frustraciones y no logrando el resultado esperado.
A modo de consejo, la psicoanalista Miriam Mazover, expresa que es importante que los padres “no sobredimensionen el hecho” de que sus hijos se lleven materias para así evitar transmitirle al chico ansiedad y brindarles todo el “apoyo afectivo” que se requiera.
Sumado a lo anterior, Inés Dussel, investigadora del área de Educación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), sostiene que los jóvenes deben “controlarse solos en el progreso de la preparación de los exámenes y eventualmente chequear con ellos cada tanto si están cumpliendo el cronograma”. Es decir, que el joven tenga más conciencia de sus avances, sin depender tanto del control y la mirada del adulto, como cuota de confianza y responsabilidad.
¿Cómo reducir la ansiedad?
El documento Nº 58 del Servicio de Apoyo Pedagógico de la Facultad de Ciencias Económicas, expresa que la ansiedad ante los exámenes consiste en una serie de reacciones negativas que algunos alumnos sienten.
Esta ansiedad puede ser “anticipatoria” si el sentimiento de malestar se produce a la hora de estudiar o al pensar en qué pasará en el examen, o “situacional” si ésta acontece durante el propio examen.
Sus consecuencias
Los efectos de la ansiedad se pueden dar a:
- Nivel fisiológico: pueden incluir taquicardia, tensión muscular, náuseas, sequedad de la boca o sudoración.
- Nivel psicológico: se puede experimentar una imposibilidad de actuar, tomar decisiones, expresarse uno mismo o manejar situaciones cotidianas. Un trastorno conocido es el llamado bloqueo mental o “quedarse en blanco”.
- Nivel emocional: pueden llevar a sentirse aprehensivo, inquieto, enfadado o desvalido.
Cómo prevenirla
Interesantes son las estrategias para reducir la ansiedad ante los exámenes que se proponen en el documento, que en síntesis llevan a reflexionar sobre la importancia de conocerse uno mismo frente a las situaciones que conllevan ansiedad y lograr tomar el control, sobre todo en el momento de entrar a rendir el examen.
- Estar descansado, evitando “maratones” de estudio.
- Eliminar los pensamientos negativos sobre el resultado del examen.
- No repasar todo en el último momento, ya que eso supone un esfuerzo extra.
- No estudiar hasta muy tarde la noche anterior.
- Tomarse un tiempo prudencial para leer todo el examen y decidir por dónde me conviene empezar, es una buena estrategia.
Una situación de examen es una situación estresante, que en mayor o menor grado todos deben afrontar. La ansiedad puede ser un factor condicionante para lograr rendir satisfactoriamente, pero no determinante. Se pueden tomar varias medidas al respecto. Claro que, previo al examen, deben haber estudiado. Esto da seguridad y baja los niveles de ansiedad.
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22 de noviembre de 2024