Tristemente, vemos cómo la memoria está desmemoriada y poco se hace para cambiar esta situación en las aulas universitarias, en la universidad pública, donde docentes que deberían guardar algún mínimo rigor opinan como las divas entre bambalinas, opinan desde una supuesta ignorancia con la impunidad que da la ventaja del atril.
La semana pasada, en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, en el Seminario de Integración y Aplicación de la Carrera de Administración, en el curso 2 de la profesora María Zinko, se escucharon de la docente frases como “la memoria es para un solo lado”; “estoy en contra de los derechos humanos”; “en esa época se podía caminar por la calle tranquila, ahora no”. Frases aprendidas de su experiencia estudiantil, desarrollada durante la dictadura.
Hay que señalar pequeñas diferencias: se podía caminar tranquilo si se pensaba igual que la Junta Militar, si no... Antes de otorgarle un curso a una persona que dice semejante brutalidad, necesitaríamos hablar mucho sobre qué son los derechos humanos. Pero simplemente podemos decir que, ni más ni menos son el derecho a la vida, a la integridad física, a la libertad, razón de ser de todo ser humano. Y los “lados” de la memoria necesitan de un debate un poco menos obtuso: si en todo el mundo se repudia el accionar del gobierno militar, parece que la memoria le falla hasta al juez español Baltasar Garzón.
Hasta cuándo autoridades de la facultad van a permitir estos exabruptos de docentes que hablan por hablar; hasta cuándo el titular de la carrera, Jorge Etkin, de quien depende la profesora, va a estar callado. En este 33º aniversario del golpe de Estado, todas las agrupaciones estudiantiles de la facultad, aun con sus matices y diferencias, aun con errores, estuvieron presentes para recordar esta triste fecha, la más negra de la historia argentina. En honor a las decenas de estudiantes y docentes de nuestra facultad que hoy no están por aquella dictadura, profesora Zinko, aplique aquella vieja frase de Descartes: “Pienso, luego existo”.