La referente feminista africana, Lilian Naserian, habitante de la tribu Masái, de Kenia, está hasta mediados de octubre en la UNCuyo para intercambiar experiencias, especialmente, en lo referente a la defensa de los derechos de la mujer.
Ser mujer en territorio masái conlleva vivir una existencia sometida a duras presiones por parte de la propia comunidad y sufrir rituales fuertemente instalados como la mutilación genital o el matrimonio precoz. Son las mujeres de la tribu quienes diariamente acarrean agua durante kilómetros o quienes deben construir la casa en la que vivirán junto a su futuro esposo (producto de un matrimonio arreglado, donde la “prometida” poco o nada puede decidir).
Para hablar del tema participará del “Ciclo de Mujeres del Mundo”, una propuesta que impulsa la Secretaría de Investigación, Internacionales y Posgrado para presentar testimonios y experiencias de mujeres cuya labor tiene trascendencia a nivel mundial. Allí contará sobre su pueblo y su historia de vida, su rol como mujer y las actividades que realiza en defensa de los derechos humanos en ese territorio. También dará a conocer las desigualdades existentes teñidas por la violencia física y simbólica, que se reproducen por generaciones y tienen un fuerte sustento cultural.
El encuentro será el jueves 20 de septiembre a las 11 en el Salón de Grado de la Facultad de Ciencias Económicas. Habrá traducción en simultáneo. La entrada consiste en un alimento no perecedero que se destinará a beneficio del Comedor Comunitario Inmensa Esperanza, ubicado en Luján de Cuyo. Los interesados deberán inscribirse aquí
Acerca de Lilian Naserian. Es licenciada en Arte y Literatura por la Kenyatta University. Su labor está centrada en la región de Ositeti, donde se ubica la comunidad Masái, de la que es parte. El testimonio de Lilian ha sido recogido por diversos escritores y medios de comunicación, entre ellos, en el libro “Preguntas de los elefantes” (publicado por la editorial de la Facultad de Filosofía y Letras), del periodista mendocino Facundo García.
Hace años trabaja en la lucha por la emancipación femenina de prácticas que tienen lugar en las aldeas africanas. Es una de las pocas mujeres que pudo acceder a una educación universitaria, a pesar de los obstáculos.
Una de las costumbres ancestrales más polémicas es la mutilación genital femenina, que se ha cobrado más de 25 millones de víctimas. Consiste en lesionar de forma intencional y por motivos no médicos los órganos genitales , suele asociarse con el ingreso de las niñas a la adultez, la castidad, la obediencia, la higiene y la religión.