Los que han sostenido un modelo en donde no hay espacio para los disensos, donde todo se resuelve con “la votadora”, los que han implementado un sistema de premios y castigos en donde “los amigos” tienen espacio y quienes piensan distinto son “enemigos”. Capaces de autoconvocarse en Asamblea Universitaria para demostrar que tienen la capacidad de elegir a “su” rector entre gallos y medianoche. ¿Es legal? A medias. Se amparan en los artículos 90 y 92 del Estatuto Universitario, aunque desconocen las reglamentaciones sobre convocatoria y difusión que garantizan la plena participación de todos los miembros de la Asamblea. ¿Es ético? De ninguna manera. Por otro lado, el grupo de estudiantes de izquierda nucleado en la FUBA parece muy distinto, pero no lo es. Desde que asumieron la conducción de la Federación Universitaria de Buenos Aires, la transformaron en un coto de caza en donde no hay espacio para los disensos, donde todo se resuelve con “la votadora”, donde han implementado un sistema de premios y castigos en donde “los amigos” tienen espacio y quienes piensan distinto son decididamente “enemigos”. Y ni preguntar cómo se maneja la maquinaria económica sustentada en la venta de apuntes. Se dejaron de realizar los congresos extraordinarios, las comisiones de discusión, y llegaron al punto de ni siquiera convocar al congreso para la elección de autoridades. Por lo que el actual presidente del organismo es un presidente de facto, que está extendiendo ilegalmente su mandato. Pero hay gente en la UBA que a pesar de todo siguen enfrentando a los señores feudales, son los que creen en el cambio, los que no escatiman esfuerzos aún sabiendo que los espacios para la construcción son escasos y los costos son altos.
Patricia Ceriani DNI 21.729.088