Por Javier Lorca
Duró poco la tregua en la Universidad de Buenos Aires. Alfredo Buzzi dedicó sus tres primeros días a cargo del rectorado a intentar buscar un acuerdo entre decanos, profesores, graduados y estudiantes. Su plan era seguir dialogando y llamar a una reunión del Consejo Superior de la UBA recién a fines de mes o inicios de junio. Pero ayer el bloque de mayoría le puso un límite al decano de Medicina, a quien no le reconoce legitimidad para encabezar las negociaciones. Con la firma de quince consejeros, el sector que postula a Atilio Alterini convocó a la sesión del cuerpo el próximo miércoles, a puertas cerradas y con control policial. ¿Qué quieren? Elegir a un vicerrector –sería, previsiblemente, Aníbal Franco– para gestionar la UBA hasta que se pueda elegir un nuevo rector. El problema no es sólo que la FUBA ya anunció una movilización para reiterar sus reclamos (ver aparte), sino que el mismo Buzzi anticipó su desacuerdo: “No voy a convocar a la policía –dijo a Página/12–. El uso de la fuerza pública en estas circunstancias podría agravar la situación antes que solucionarla”.
Ante la caducidad de los mandatos previos, por ser el decano de mayor edad, Buzzi tomó el mando de la UBA el martes, después de que una nueva protesta estudiantil impidiera una sesión del consejo y la designación del vicerrector. No bien asumió, el rector interino se declaró “absolutamente neutral” frente a las partes en conflicto y las candidaturas al rectorado, tomando distancia del bloque de radicales, peronistas y aliados construido en torno del decano de Derecho. Buzzi inició una ronda de consultas con las autoridades de facultades y los representantes de los claustros. Recibió también a la minoría estudiantil que dirige la FUBA, promotora de las protestas en reclamo de la democratización de la universidad y contra la candidatura de Alterini, objetada por su paso como funcionario durante la dictadura.
Antes de que se avanzara en una propuesta de consenso, ayer entró en el rectorado una nota firmada por los decanos de Derecho, Psicología, Farmacia, Económicas, Veterinarias, Ingeniería y Odontología, cuatro consejeros profesores, tres graduados y un alumno de mayoría. Los consejeros le exigieron a Buzzi que convoque a una sesión del consejo el miércoles 24, a las 8, “para tratar como único punto del orden del día la elección del vicerrector”. “Atento a la violencia física y moral y a la intimidación ejercida sobre la mayoría de los consejeros”, solicitaron “que se restrinja el acceso” a los representantes, el personal administrativo y la prensa. “A fin de asegurar el cumplimiento de la restricción del ingreso y para preservar la integridad física de los miembros de la comunidad universitaria, el señor decano deberá solicitar el auxilio de la fuerza pública.” La convocatoria se ampara en el artículo 97 del estatuto, según el cual las sesiones puede convocarlas tanto el rector –que es lo habitual– como un tercio de los 28 consejeros.
En el mismo artículo se basa la resistencia de Buzzi. “Voy a convocar la sesión, como marca el estatuto, pero no en forma secreta. Para hacer una sesión secreta haría falta el voto de dos tercios del consejo –explicó el decano de Medicina–. No voy a convocar a la policía, no quiero a la policía en la universidad. No estoy de acuerdo con el uso de la fuerza pública.” Buzzi aseguró que, si el consejo puede sesionar y elegir vicerrector, él será “el más contento”, porque podrá volver a trabajar en su facultad. Página/12 le preguntó si los decanos u otros consejeros le habían anticipado que querían una sesión en lo inmediato: “No. En la reunión de decanos creí haber consensuado que el Consejo Superior se reuniría el miércoles 31 o el siguiente, lo cual nos daba tiempo para que las comisiones avanzaran con su trabajo”. Hoy Buzzi enviará una carta a los firmantes de la nota llamándolos “a la reflexión para retomar el camino del diálogo”.
El nuevo conflicto exhibe lo que ya venía informando este diario: el malestar del bloque mayoritario con Buzzi y sus colaboradores. Es que,para los consejeros más firmes en la defensa de Alterini como postulante al rectorado, Medicina es la facultad del bloque que mejor vería la posibilidad de buscar otro candidato, en consenso con parte de las minorías. De hecho, los estudiantes de Medicina (QRS) ya le pidieron al decano de Derecho que decline su candidatura como “un gesto por la UBA”.
“En ningún caso puede normalizarse la universidad con un decano cuya única función es asumir un rol transitorio para que la UBA no quede acéfala”, sostuvo un consejero radical. El argumento consiste en que “al ser elegido por la mayoría del Consejo Superior, un vicerrector tendría una legitimidad que Buzzi no tiene, y sí podría buscar los consensos necesarios para ir hacia una asamblea”. Buzzi respondió: “Si se puede elegir vicerrector, enhorabuena. Mientras tanto, tengo toda la legitimidad que me da el artículo 101 del estatuto”.
Desde el espacio de izquierda y centroizquierda que postula a Alberto Kornblihtt como rector, el decano de Filosofía y Letras, Hugo Trinchero, estimó que el pedido de los consejeros alterinistas “tiene como objetivo romper el proceso de diálogo en que supuestamente todos los decanos estaban de acuerdo. Apurar una reunión del Consejo Superior, y encima con la policía, muestra que no hay un compromiso real de buscar consenso”. Añadió: “Le vamos a pedir al decano Buzzi que no se deje presionar. El proceso de diálogo es necesario, porque si no la crisis no tiene solución”.