En todo el sistema universitario nacional hay más de 20 mil docentes que trabajan ad honorem, frente a unos 104 mil rentados, según los datos manejados por los gremios. La mayoría de los “sin renta” se desempeña en las instituciones más grandes y masivas. En el caso de la UBA, el último censo docente (fue en 2000, el próximo se hará en septiembre) detectó la existencia de 6605 docentes sin renta, sobre una planta de 24.508 personas. Un informe más reciente, elaborado por la Secretaría de Asuntos Académicos, determinó que en 2002 la UBA contaba con 37.300 cargos docentes (cargos, no personas), 17.006 de ellos ad honorem: es decir, un 45,6 por ciento sin sueldo.
Hace dos meses se creó en Sociales una Comisión de Auxiliares Docentes, integrada por graduados recientes y estudiantes avanzados. Elaboraron un petitorio (que ya superó las dos mil firmas de apoyo) y comenzaron a reunirse en asambleas (la próxima será el jueves, a las 19.30, en el subsuelo de M. T. de Alvear 2230). En los primeros encuentros sólo participaban docentes de Sociología, luego se fueron sumando otros de Trabajo Social, Comunicación, Relaciones del Trabajo y hasta de Medicina; ahora están convocando a los “sin renta” de las demás facultades. Este diario tuvo una entrevista con ocho docentes que integran la comisión, quienes prefirieron que su voz se publicara en forma colectiva para preservar sus precarios cargos. Explicaron que sus reclamos apuntan a resolver tres cuestiones: la situación de los que no cobran, la de los que cobran por una tarea inferior a la que cumplen y la de los que ejercen la docencia sin haber sido designados (ver aparte). Aquí, parte de sus planteos:
- “Algunos estamos dando clases desde hace un año y otros desde hace siete. Nuestro pedido es básico: cobrar por el trabajo que realizamos”.
- “Antes, uno podía dar clases gratis y con otro trabajo pagarse los gastos de transporte o fotocopias. Ahora es cada vez más difícil”.
- “Queremos tener mínimamente las mismas condiciones que cualquier otro trabajador: una ART, una obra social”.
- “No buscamos vivir de rentas. El salario por el que estamos peleando es de 110 pesos”.
- “Ante cualquier incremento de fondos, la universidad tiende a mejorar los ingresos del sector formal y a favorecer el crecimiento del sector informal”.
- “No tenemos representación en la universidad. Votamos como graduados, no como docentes”.
- “No existe un estatuto de los docentes auxiliares que defina nuestros derechos y obligaciones. Ni la cantidad de alumnos por práctico: el ideal sería de doce, pero de hecho hay más de 60 u 80”.
Aunque la organización de los “sin renta” aflora en Sociales, ésta no es la facultad de la UBA con más docentes en esa condición. De acuerdo con el citado informe de Asuntos Académicos de la UBA, las facultades con más ad honorem eran las de Medicina (9411 cargos) y Derecho (2534), mientras que Ciencias Exactas no tenía ni uno. En Sociales eran 886 en el 2002 y hoy serían unos 700 (400 auxiliares y 300 profesores), según estimó el decano Federico Schuster, en diálogo con Página/12. “Desde que asumí, uno de los compromisos de mi gestión es tratar de terminar con el trabajo ad honorem de los docentes a cargo de clases”, dijo. “Por primera vez en doce años, Sociales dejó de tener déficit y llegó al equilibrio presupuestario. Esto implica que cualquier aumento permitiría enfrentar esta cuestión. Si el Estado comprende la crítica situación de las universidades y nos destina una partida de emergencia, una de las prioridades absolutas es la de empezar a rentar a los ad honorem.” El decano Schuster explicó que un estudio interno de las cátedras, aún no concluido, encontró que en Sociales hay más docentes ad honorem que tareas docentes a cumplir. “Como no implica una erogación presupuestaria, era común otorgar designaciones ad honorem como reconocimiento académico a gente que colaboró con una cátedra. Desde 2002 el consejo directivo decidió dejar de hacer eso... A la vez, también es muy común que los profesores titulares olviden dar de baja esos cargos por la misma razón, porque no implican una erogación.”