Por Javier Lorca
Por tercera vez, la Universidad de Buenos Aires intentará hoy elegir a su rector para el período 2006-2010. Anoche, también por tercera vez, agrupaciones estudiantiles de izquierda se preparaban para tomar el Colegio Nacional de Buenos Aires e impedir que sesione la asamblea universitaria, en rechazo al régimen de gobierno vigente en la UBA y al candidato con mayores chances de ser designado, Atilio Alterini, cuestionado por haber sido juez y funcionario porteño durante la última dictadura. La resignación parecía primar entre autoridades y dirigentes universitarios: casi nadie tenía esperanzas de que los 236 asambleístas pudieran reunirse esta mañana y elegir al sucesor de Guillermo Jaim Etcheverry, cargo para el que se postulan, además de Alterini y del propio rector, el investigador Alberto Kornblihtt y el ex decano de Agronomía Fernando Vilella. Para evitar una toma que aún no había comenzado, el bloque de radicales, peronistas y aliados que nuclea a la mayoría de los asambleístas le solicitó anoche al rector que cambiara de sede la asamblea y anticipó que, de frustrarse la elección, recurrirá a la Justicia para solicitar garantías.
 
“En tanto se mantenga la candidatura de Alterini, vamos a seguir rechazando la asamblea”, dijo Agustín Vanella, presidente de la FUBA, la federación estudiantil que, conducida por un frente de agrupaciones de izquierda, ya frustró en dos oportunidades la asamblea universitaria.
 
Durante la jornada de ayer se realizaron asambleas de alumnos en varias facultades y se aprobó la propuesta de tomar el Nacional Buenos Aires. Los grupos de estudiantes tenían previsto concentrarse anoche, desde las 22, frente a la Plaza de Mayo para marchar hasta la sede del colegio, sobre Bolívar al 200. “El miércoles (mañana) vamos a lanzar una consulta a toda la comunidad universitaria sobre dos cuestiones, si aceptan o no que Alterini sea rector y si están de acuerdo o no con una reforma que democratice la universidad a partir de tres puntos: claustro único docente, aumento de la representación estudiantil e incorporación de los no docentes”, contó Vanella.
 
En la Facultad de Farmacia y Bioquímica, el bloque de profesores, graduados y alumnos que postula al decano de Derecho, Alterini, reclamó ayer “garantías para poder sesionar”, según palabras de Aníbal Franco, profesor y consejero superior electo. “Nuestra intención es que se nos permita ejercer el derecho a participar de la asamblea universitaria y a elegir al rector”, dijo al abrir una conferencia de prensa que convocó a decanos, consejeros y referentes de las facultades de Medicina, Ingeniería, Psicología, Odontología, Farmacia, Derecho, Veterinarias, Económicas y sectores de Arquitectura y Filosofía. Llamó la atención la presencia del decano de Agronomía, Lorenzo Basso, que hasta ahora no integraba el bloque mayoritario.
 
El espacio de radicales, peronistas y aliados insistió en responsabilizar al rector Jaim Etcheverry por la realización o suspensión de la asamblea. Franco recordó que, en 2002, en circunstancias similares a las actuales, después de una sesión frustrada, el hoy rector y entonces candidato reclamaba medidas de seguridad para que los asambleístas pudieran reunirse. “Lo que estamos pidiendo, en primer término, es que quienes están obstaculizando la asamblea depongan su actitud”, precisó Samuel Cabanchik, profesor de Filosofía. Y Osvaldo Delgado, de Psicología, se ocupó de que quedara clara la distinción entre “garantizar la asamblea y alentar la represión”. A las 20 de ayer, voceros del bloque informaban que se le había solicitado a Jaim Etcheverry variar la sede de la asamblea, “dado que el Nacional Buenos Aires ya está tomado”. En verdad, a esa hora apenas había una decena de alumnos del colegio sentados sobre una de las escaleras de entrada. De todos modos, el bloque tenía decidido solicitar una medida cautelar a la Justicia si persiste la imposibilidad de sesionar.
 
¿Qué pasará si el rector tampoco es elegido hoy? Hay varias alternativas. Una es que el Consejo Superior le ponga fecha a una cuarta convocatoria de la asamblea y, mientras tanto, se busque un acuerdo político, algo que aún no parece haberse intentado seriamente. Otra es la que imagina el núcleo duro del bloque pro Alterini: aguardar a que caduquen los mandatos del rector y los consejeros superiores (será el 7 de mayo), que asuman los consejeros electos y designen vicerrector (o asuma el rectorado el decano de mayor edad: Alfredo Buzzi, de Medicina) para luego organizar la elección del rector. Una tercera posibilidad es la que esperan la izquierda, el centroizquierda y también los sectores del bloque mayoritario que, aún informalmente, cuestionan la postulación de Alterini: que el decano de Derecho baje su candidatura y se reconfigure el escenario electoral, algo que ayer parecía lejano.
 
APOSTILLAS
 
Cuatro son los candidatos que se postulan al rectorado: Atilio Alterini, decano de Derecho (apoyado por una coalición de radicales, peronistas e independientes de Económicas, Farmacia, Medicina, Psicología, Odontología, Derecho, Ingeniería y Veterinarias), el investigador Alberto Kornblihtt (promovido por un espacio de izquierda y centroizquierda que integran Sociales, Filosofía, Exactas y Arquitectura), el actual rector, Guillermo Jaim Etcheverry (apoyos en Medicina, Derecho, y otros sectores), y el ingeniero agrónomo Fernando Vilella (apoyado por Agronomía y otros sectores).
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Antes de que se abriera el conflicto que ya suspendió dos veces la asamblea, Alterini contaba con más votos de los necesarios para ser designado en primera vuelta (119) y, según sus operadores, los conserva. Como principal alternativa opositora aparece Kornblihtt, cuya candidatura reunió más de mil firmas de apoyo dentro de la comunidad universitaria.
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Hoy también se manifestarán frente al Nacional de Buenos Aires las agrupaciones de perfil nacional y popular, afines al kirchnerismo. “Ratificamos el no a Alterini, porque pone en riesgo la institucionalidad y estamos buscando construir una alternativa”, dijo Sebastián Demiryi.
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Desde el Colectivo para la Transformación Universitaria (centroizquierda), Gabriel Puricelli comparó: “Para salir del shuberoffismo hace 4 años la UBA eligió a un De la Rúa. Hoy, para salir de la gestión de Jaim, se intenta elegir a un Angeloz”.
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Las agrupaciones estudiantiles del bloque mayoritario (Franja Morada, QRS, Nuevo Derecho, Alianza y otros), que son parte del frente que ganó la mayoría del claustro en el Consejo Superior, acusaron ayer a la izquierda de ser una minoría que usurpa la FUBA y al rector, de ser su cómplice por haberle destinado subsidios para transporte (por 15 mil y 5 mil pesos). La FUBA se limitó a responder que todo el consejo tenía conocimiento de los subsidios y que obran en los expedientes de la comisión de presupuesto. Además, aseguraron que fueron usados por los centros de estudiantes de todas las facultades.
 
La legitimidad en cuestión
  
Por J. L.
Diversos sectores de la comunidad universitaria –agrupaciones de izquierda, gremios de docentes y no docentes, entre otros– cuestionan la legitimidad del gobierno universitario y de la asamblea que debe elegir rector. ¿Por qué? Centralmente, hay dos tipos de reclamo. Uno es el de los que no tienen un claustro que los represente en el cogobierno de la UBA: la gran mayoría de la planta docente y la totalidad de los trabajadores no docentes. Y el otro es el planteo de los sectores estudiantiles, que pretenden una representación mayor a la vigente.
 
Al cogobierno de la UBA lo integran tres claustros, que forman los consejos directivos de las facultades y el Consejo Superior de la universidad: todos ellos forman, a su vez, la asamblea universitaria. El claustro de profesores detenta el 50 por ciento de las bancas en los consejos de las facultades (8 consejeros sobre 16, sin contar al decano, que también es profesor). Los claustros de graduados (únicamente los que se hayan empadronado) y de estudiantes (todos los alumnos) tienen el 25 por ciento restante cada uno.
 
La planta docente de la UBA está compuesta por dos jerarquías: profesores y auxiliares. Los primeros pueden ser plenarios, titulares, adjuntos o asociados (y consultos o eméritos, los jubilados distinguidos). Por su parte, los auxiliares pueden ser jefes de trabajos prácticos o ayudantes de 1ª o de 2ª.
 
Ahora bien, el claustro de profesores, por un lado, excluye a los auxiliares, quienes sólo pueden participar del cogobierno como graduados (que tiene menor peso). Un dato: según el último censo realizado en la UBA (2004), la planta cuenta con más de 28 mil docentes. De ellos, el 24,2 por ciento son profesores y el 75,8 auxiliares. Por otro lado, el claustro sólo admite a los profesores regulares y excluye a los contratados o interinos. Es decir, sólo los seleccionados por concurso pueden votar: son unos 3700. Como el llamado para concursar un cargo es una decisión de las autoridades, es habitual –en la UBA y otras universidades– el manejo discrecional de los llamados, según conveniencia del poder de turno. Así se puede controlar el padrón de votantes.