Desde mañana y hasta el viernes confluirán las protestas de los docentes y los estudiantes universitarios. Los sindicatos Conadu y Conadu Histórica organizaron una huelga nacional de 72 horas, que incluirá tomas y clases públicas, en reclamo de un incremento salarial. Las medidas tendrán como cierre una marcha convocada por federaciones estudiantiles de izquierda para exigir la derogación de la Ley de Educación Superior y un aumento del presupuesto educativo. Hasta los propios rectores de las casas de estudios sumaron su reclamo: a través del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), le solicitaron al Gobierno una partida adicional de 720 millones de pesos para mejorar los sueldos de docentes y empleados.
En ese conflictivo contexto, el Ministerio de Educación reanudó ayer las negociaciones en pos de una recomposición de los sueldos docentes. El secretario de Políticas Universitarias, Juan Carlos Pugliese, se reunió por la tarde con representantes del CIN y de los sindicatos. Pero no hubo acuerdo y los sindicatos confirmaron las medidas de fuerza (ver aparte).
¿Qué piden los profesores? Primero, la incorporación al básico de las sumas no remunerativas ni bonificables que se han ido acumulando como adicionales (hace años no hay aumentos salariales reales). Según las estimaciones gremiales, un 40 por ciento de lo que cobran los docentes está “en negro”, “lo cual compromete seriamente a las obras sociales y los haberes jubilatorios”. Además, los profesores quieren una recomposición que eleve el ingreso del cargo testigo (auxiliar de 1ª con dedicación semiexclusiva) al valor de la media canasta familiar (800 pesos) y, consecuentemente, la recuperación sobre esa base del abandonado nomenclador salarial.
“La transformación en remunerativas y bonificables de todas las cifras en negro debe correr por cuenta del Estado. Es decir que, a partir de esta conversión, nadie pierda dinero”, señaló Sergio Zaninelli, de la Conadu Histórica. El dirigente gremial indica que, si se blanquearan los adicionales, “los incrementos serían leves, un promedio del 25 por ciento. No basta sólo con el blanqueo, hay que elevar el salario de bolsillo del cargo testigo hasta media canasta familiar”; en ese caso, “los incrementos serían en promedio del 120 por ciento”. Ejemplo tomado de los cálculos gremiales: un jefe de trabajos prácticos (JTP) con dedicación simple y cinco años de antigüedad tenía el año pasado un salario de bolsillo de 117,50 pesos; con los adicionales asignados en 2004 llegó a 168,50 pesos; y con el estímulo sumado este año llegó a 218,50 pesos. Si a ese docente se le blanquearan aquellas sumas, pasaría a cobrar 244,76 pesos.
A su vez, en el último plenario del CIN, los rectores reconocieron la justicia del pedido de los profesores y lo hicieron suyo. En concreto, le reiteraron al Gobierno la necesidad de sumar una partida de 720 millones de pesos al presupuesto universitario para producir la postergada recomposición de los ingresos docentes y no docentes. (Para comprender la magnitud del pedido basta recordar que la totalidad del presupuesto universitario ronda los 2300 millones.) El CIN acordó también manifestar su disconformidad con el retraso que está sufriendo el envío de fondos a las casas de estudios.
Las medidas de fuerza comenzarán mañana, con el primero de los tres días de paro convocados por dos de los tres sindicatos nacionales docentes, la Conadu y la Conadu Histórica (no participa la Fedun). Como parte de las protestas, en Buenos Aires, la FUBA y el gremio AGD resolvieron realizar mañana cortes de calle, clases públicas (la principal a las 18 en Córdoba y Junín), y actos, además de una manifestación en el Consejo Superior de la UBA, donde llevarán reclamos específicos. Durante el jueves, ocuparán en forma pacífica las facultades.
Con la adhesión de los mismos sindicatos docentes, el viernes habrá una marcha nacional universitaria organizada por diversas federaciones estudiantiles conducidas por agrupaciones de izquierda, entre ellas las de la UBA, La Plata, Comahue y la Patagonia. Los planteos centrales: derogación de las leyes de Educación Superior y Federal de Educación, aumento del presupuesto universitario y de los salarios, democratización del cogobierno académico, defensa del ingreso irrestricto y de la autonomía institucional. Las columnas de alumnos y docentes concentrarán en Plaza Houssay, alrededor de las 18, y después marcharán hasta Plaza de Mayo.
Falta el cronograma
El Ministerio de Educación pretende atender la demanda de “blanquear” la totalidad de los sueldos docentes, pero hasta ahora no puede precisar desde cuándo (el cronograma), si bien la idea es hacerlo desde el próximo semestre. Esa indefinición, sumada a la avanzada organización de las huelgas, impidió que ayer se llegara a un acuerdo en la comisión de negociación salarial que integran la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU), el CIN, las Conadus. “El ministerio adelantó su intención de pasar las sumas en negro al básico, pero todavía no hay nada concreto, ni pueden confirmarlo”, dijo Néstor Correa, de la AGD-UBA. “Los gremios querían que les especifiquemos un día y eso no podemos hacerlo en medio de una medida de fuerza –dijo Juan Carlos Pugliese, titular de la SPU–. Para ellos no había manera de desandar el camino del paro, así que, para no cortar la negociación, pasamos a un cuarto intermedio hasta el 31.”