Serán parte de la iniciativa 400 arquitectos e ingenieros, además de 200 pasantes de esas carreras. Todos ellos se dividirán en equipos técnicos: habrá diez grupos por cada uno de los 21 distritos, y cada grupo estará formado por dos profesionales y un pasante.

Ellos serán los encargados de recorrer las 700 escuelas públicas de la ciudad, a fin de constatar las condiciones en que se encuentran. Su campo de observación estará acotado en tres ejes:

- La estabilidad de los edificios.

- El estado de las instalaciones eléctricas.

- Condiciones para evacuar a los alumnos en caso de incendio.

En caso de que no haya problemas en estos puntos, los equipos extenderán un certificado que así lo acredite. Si el examen arroja un resultado contrario y, en cambio, los técnicos determinan que las condiciones de seguridad no son las adecuadas, podrán hacer sugerencias para efectivizar las reformas necesarias. La tarea es paralela a la desarrollada desde la Dirección de Infraestructura.

Desde el gobierno porteño aclararon que no será tema de trabajo para los grupos entrar en el campo de las habilitaciones. Asimismo, indicaron que la puesta en marcha del plan, a cargo de “equipos técnicos externos a la administración gubernamental, con antecedentes académicos acreditados, permitirá disponer de un dictamen exento de prejuicios”. En este sentido, la secretaria de Educación, Roxana Perazza, indicó que se procura “sumar la voz de un actor de prestigio para decir que las escuelas no son peligrosas”.

El relevamiento se hará mientras se ejecutan las obras ya anunciadas. El rector de la UBA, Guillermo Jaim Etcheverry, señaló: “Es una satisfacción firmar este acuerdo que simboliza una tradición de trabajo en conjunto. Muchos de nuestros estudiantes son de la ciudad. Estamos dispuestos y alertas para colaborar con quienes pueden ser nuestros alumnos en el futuro”, aseguró.

El acuerdo firmado ayer se enmarca en un convenio de cooperación que rubricaron hace un año UBA y la Secretaría de Educación. Frente a la prensa, Perazza destacó las actividades realizadas en conjunto durante ese lapso y agradeció la colaboración de la UBA “en momentos difíciles y complicados”. El presupuesto transferido a la UBA será –en una primera instancia– de 1.126.000 pesos, para solventar los gastos.

Por su parte, el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, afirmó que “con este convenio nos interesa aprovechar el conocimiento de la UBA, que es un orgullo a pesar de las políticas o no políticas durante décadas”. La iniciativa se complementa con un decreto firmado la semana pasada, mediante el cual se entregaron subsidios a doscientas escuelas para tareas de refacción menores.