Ayer se cumplió el día quince de una toma cuyo detonante fue la Facultad de Ciencias Agrarias. Como informó este diario en septiembre pasado, esa facultad de la UNC resolvió no presentar la carrera de Ingeniero Agrónomo a la evaluación obligatoria que está realizando la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau), un ente creado por la polémica Ley de Educación Superior para supervisar el cumplimiento de condiciones y estándares mínimos en las instituciones.
Aquella decisión de la facultad abrió un fuerte debate dentro de la universidad. El Rectorado se manifestó a favor de cumplir con la ley, pese a no compartir sus fundamentos, y la federación estudiantil fue intensificando sus reclamos hasta que el 27 de octubre fue ocupada la Facultad de Ingeniería dentro de la sede central, el campus asentado en Neuquén. Después, la toma se fue expandiendo a la Facultad de Ciencias de la Educación, en Cipolletti; el Centro Regional Bariloche; y esta semana llegó también a la Facultad de Derecho, en General Roca; a la propia Facultad de Ciencias Agrarias, en Cinco Saltos, y al sector administrativo del Centro Regional Zona Atlántica, en Viedma.
En la madrugada de ayer, una asamblea estudiantil decidió sostener la toma y ratificar sus exigencias. “Pedimos que la universidad sea impulsora de un proyecto para derogar la Ley de Educación Superior, desde el Consejo Interuniversitario Nacional. Y que manifieste su rechazo a la Coneau”, insistió Martín, dirigente del frente de agrupaciones independientes FER, que encabeza la federación local.
En diálogo con Página/12, el secretario general de la UNC aseguró: “Estamos dispuestos a dialogar todo lo que sea necesario”. De hecho, las autoridades académicas abrieron una mesa de diálogo y les propusieron a los estudiantes “que levanten la toma para que el Consejo Superior pueda sesionar y tratar una propuesta de modificación para la ley y para la composición de la Coneau, así como definir una postura frente a la acreditación de carreras”. Pero la asamblea estudiantil exige que el Consejo Superior se reúna en el marco de la toma. “Todos queremos discutir estos temas, pero no bajo la presión de una toma, ni en medio de una asamblea popular, porque ése no es el órgano de gobierno de la universidad”, señaló Delgado, profesor de Ingeniería.
De acuerdo con lo informado por los funcionarios del Comahue, sólo se registra una actividad normal en la Escuela de Medicina y en las sedes de Zapala y Villa Regina. Con las aulas cerradas en el resto de las facultades, algunos profesores están dando clases fuera de la universidad. El mismo Rectorado funciona, pero no en sus oficinas.