A las 18 de hoy, agrupaciones de izquierda e independientes convocadas por la FUBA se manifestarán en la Facultad de Derecho para pedir la renuncia de Alterini. “El hombre que envió una patota a golpear a los estudiantes no puede ser candidato a rector y tampoco decano”, dijo Gima, en alusión a los enfrentamientos ocurridos la semana pasada entre alumnos y dirigentes no docentes. Aunque la FUBA aseguró que sólo hará un acto, ayer se vivía un clima de inquietud en la facultad y las autoridades temían incidentes. A las 20, los estudiantes planean realizar una asamblea interfacultades para definir cómo siguen sus reclamos.
En principio, se manifestarán el lunes, en el rectorado, cuando sesione el Consejo Superior de la UBA, el órgano de cogobierno que integran los decanos y representantes de profesores, graduados y alumnos. Ese día asumirán los nuevos consejeros –con mayoría para el bloque de radicales, peronistas y aliados– e intentarán designar un vicerrector en reemplazo de Berardo Dujovne, quien culminará entonces su mandato como vice. El acuerdo preliminar indica que resultaría elegido Aníbal Franco, quien encabezó la lista de profesores del bloque mayoritario. De todos modos, Franco ya advirtió que sólo asumirá si hay consenso amplio en su favor.
Ayer, decanos y consejeros del bloque no terminaron de definir una cuestión que se ha vuelto clave al aplazarse por ahora la asamblea que elegirá al futuro rector: ¿cómo se conformará la gestión del vice? El sector más firme en la postulación de Alterini aspira a que sean ocupadas las secretarías de la UBA (Hacienda, General, Extensión y otras) con los nombres ya más o menos previstos. En cambio, otros sectores –además de los consejeros opositores y de quienes ya le retiraron su apoyo a Alterini– prefieren que el vicerrector gobierne la universidad con subsecretarios, una forma de mantener el carácter transitorio de la gestión. La cuestión se seguirá discutiendo mañana.
“Rechazamos que se apruebe un gobierno alterinista sin Alterini. No queremos a sus operadores como secretarios”, planteó Gima. El lunes, la FUBA presentará a través de sus consejeros un proyecto para que, durante dos meses, la UBA quede a cargo de un gobierno de transición, encabezado por un vicerrector. En ese lapso, la federación quiere que se discuta y concrete una reforma que “democratice el estatuto”, previamente aprobada en un referéndum abierto a la comunidad académica, y que recién después se elija rector.
Lo que tampoco está claro para varios actores del conflicto es si podrá sesionar el Consejo Superior. Es que no sólo habrá una manifestación de la FUBA, sino que también suelen presenciar las sesiones los mismos dirigentes no docentes que el martes 4 participaron de los incidentes frente a la Facultad de Medicina. Por si fuera poco, los consejeros estudiantiles piensan pedirle al consejo que se expulse de la UBA a los trabajadores que protagonizaron aquella trifulca.
Por Javier Lorca
