El proyecto presupuestario inicialmente elaborado por el Gobierno preveía 2400 millones de pesos para el sistema universitario. Sobre esa cifra, el CIN reclama unos cuantos millones más, 720, para aumentar los sueldos de docentes y empleados, 308 para funcionamiento, unos 200 para “blanquear” estímulos salariales que ya se pagan, y otros 35 para ciencia y técnica. Hasta ahora, la única respuesta oficial fue parcial y no satisfizo a los universitarios: el Presidente anunció que 22 universidades estarán incluidas en la primera etapa del plan de infraestructura (con 61,7 millones para obras) y también dijo que habrá 60 millones más para los programas que administra la Secretaría de Políticas Universitarias. Ambos son aumentos indirectos.
En ese escenario, los rectores del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) iniciaron diversas gestiones en el Congreso, enarbolando un minucioso informe que exhibe el retraso del financiamiento educativo superior en Argentina, aun en comparación con países latinoamericanos (por ejemplo, Brasil invierte 24 veces más por alumno/año: 11.946 dólares frente a 478). “No logramos muchos avances”, admitió a Página/12 el titular del CIN, Luis Fernández. “Les presentamos nuestra propuesta a los legisladores –contó–, pero el despacho que salió de la Comisión de Presupuesto es igual a la planilla que había presentado el Ejecutivo, con el agregado de 10 millones dirigidos a una docena de universidades.” Ese último punto generó malestar entre los rectores, ya que “sin ningún criterio académico ni pautas objetivas de distribución se decidió asignar más fondos a determinadas universidades”.
La cúpula del CIN sesionará este mediodía en busca de una estrategia para hacer oír sus pedidos. La que ya definió una es la Universidad Nacional de La Plata: su Consejo Superior hará hoy una reunión extraordinaria frente al Ministerio de Educación.
Los dos grandes sindicatos docentes del país llamaron al paro exigiendo un aumento salarial. La Conadu Histórica para hoy y mañana (la AGD-UBA marchará al Congreso), con esta denuncia: “La Cámara de Diputados se dispone a aprobar el presupuesto más bajo de la última década... Más de 30 mil docentes trabajan gratis en la universidad argentina... Los salarios de los docentes han decaído más de un 70 por ciento” (entre 1994 y 2004). La Conadu, por su parte, estará en huelga sólo mañana. “El proyecto presupuestario oficial repite para la universidad los mismos fondos que este año. Sólo agrega la anualización de los adicionales. No es cierto que haya un aumento”, aclaró la secretaria general de la Conadu, Anahí Fernández, para quien el próximo ciclo lectivo podría no cumplirse normalmente.
Junto a la Conadu y a Ctera, la Federación Universitaria Argentina formó una multisectorial por la educación. Su primera actividad será una conferencia, este jueves, en el Congreso. El viernes se presentará en Rosario, el lunes en Córdoba y luego seguirá en otras provincias. “Reconocemos que este gobierno se puso al día con la ejecución presupuestaria, pero no alcanza –dijo a este diario Maximiliano Abad (Franja), presidente de la FUA–. El 91 por ciento de los fondos universitarios se va en salarios. Así no se puede hacer investigación ni extensión.”
La toma cumplió 5 días
Por quinto día, los estudiantes mantuvieron tomada ayer la sede central de la Universidad Nacional del Comahue, en Neuquén. A la noche, una asamblea decidía si levantar o no la protesta contra la presentación de carreras ante la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau) y por la derogación de la Ley de Educación Superior. Los estudiantes mantenían varios piquetes y, en el edificio central, sólo estaba habilitado el ingreso principal. Las demás puertas permanecían bloqueadas con sillas y mesas. Si la asamblea estudiantil resolvía levantar la toma, hoy podría sesionar el Consejo Superior: algunos sectores pretendían intentar destrabar el conflicto desde ese espacio. “La toma afecta al 50 por ciento de las facultades. El resto funciona normalmente”, aseguró la rectora Ana Pechén a Página/12, anoche. Para ella, en la medida estaban participando “no tantos estudiantes, sino personas externas a la universidad, de otras agrupaciones y gremios”. “No defendemos la Ley de Educación Superior –aclaró–, creemos que hay que discutirla y formular una alternativa. Pero que no nos guste no nos exime de tener que cumplirla.” La protesta comenzó el miércoles pasado, por la noche, cuando una asamblea analizaba cómo enfrentar la presentación de las carreras de ingeniería y ciencias agrarias ante los evaluadores de la Coneau. Según denunció la Federación Universitaria del Comahue, durante el fin de semana la policía detuvo a unas 30 personas que participaban de la toma, aunque luego debió liberarlas.