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Página 12: “No voy a llamar a la policía”

Alfredo Buzzi, el decano de mayor edad, asumió en la universidad. Insistió en su neutralidad ante los candidatos y dijo que convocar a la fuerza pública agravaría el conflicto. Hoy recibe a los alumnos.

Por Javier Lorca
En su primer día a cargo del rectorado de la Universidad de Buenos Aires, Alfredo Buzzi reiteró su “absoluta neutralidad” frente a las candidaturas a rector y definió que no llamará a la policía para garantizar las reuniones de los órganos de gobierno de la UBA, como sí solicitó el bloque mayoritario que conforman radicales, peronistas y aliados. Siendo el decano de mayor edad (tiene 75 años), el titular de Medicina debió asumir ayer en medio de una intensa crisis institucional, sin rector ni vicerrector electos debido a las protestas estudiantiles. Tras un encuentro con los decanos de todas las facultades, hoy se reunirá con los representantes de profesores, graduados y alumnos. “Es un momento de mucha gravedad, en el que debemos pensar primero en nuestra querida universidad y postergar las apetencias personales, los legítimos intereses de cada uno”, dijo.
 
Con énfasis en la necesidad de abrir el diálogo y buscar consenso entre las partes, incluidos los estudiantes de la FUBA, Buzzi repitió ayer un posicionamiento distante del bloque que promueve la candidatura de Atilio Alterini, quien es objetado por agrupaciones estudiantiles debido a su paso por la función pública durante la última dictadura. Las declaraciones del rector interino se escucharon en una conferencia de prensa realizada en el rectorado, luego proseguida con unos pocos periodistas. Algunas definiciones:
 
- Diálogo. “Debemos posponer cualquier ardid, cualquier estrategia política incorrecta y decir que ha llegado el momento de buscar un consenso... Hasta ahora no ha habido un diálogo sincero, abierto, entre las partes de la universidad”, dijo Buzzi. ¿Cree que se han enfrentado posiciones muy radicalizadas?, le preguntó Página/12. “Sí, una posición radical lleva a una respuesta de igual energía. No ha habido un ámbito ni se han dado las condiciones para un diálogo sincero, franco, donde todo el mundo se sienta escuchado y sea tenido en cuenta.”
 
- Policía. “No voy a convocar a las fuerzas policiales (para custodiar las sesiones del Consejo Superior ni de la asamblea). Eso puede agravar el conflicto y no solucionarlo. La violencia es inadmisible y la única manera de neutralizarla es el diálogo... No deseo presencia policial. Si el Consejo Superior me indica que debo convocarla, lo haré en su nombre.”
 
- Alterini. Cuando se le preguntó si para destrabar el conflicto consideraba necesario que el decano de Derecho decline su candidatura –como reclaman la FUBA y, justamente, los alumnos de Medicina–, afirmó: “He declarado mi absoluta neutralidad que considero esencial para poder actuar en cualquier negociación, por lo tanto, no voy a opinar sobre la candidatura del doctor Alterini... Como es sabido, yo era partidario de la propuesta universitaria del decano Alterini. Pero al hacerme cargo del rectorado es necesario que tenga y demuestre una absoluta neutralidad y no apoye ni rechace a ninguno de los candidatos”.
 
- FUBA. “Voy a reunirme con los consejeros estudiantiles, dos de los cuales pertenecen a la FUBA. Espero que podamos llegar a un consenso con el claustro estudiantil... Los estudiantes expondrán sus puntos de vista que tendrán que ser tenidos en cuenta.”
 
- Estatuto. Uno de los reclamos centrales de los estudiantes es la democratización de la UBA mediantes una reforma de su normativa. “El estatuto de la UBA data de 1958, tiene casi 50 años –dijo el decano a cargo del rectorado–. Es razonable que se contemplen modificaciones. Lo más conveniente sería designar comisiones que, con participación de todos los actores, busquen elaborar propuestas para la actualización del estatuto al año 2006.”
 
- Gestión. “Mi plazo de permanencia en el rectorado será el mínimo indispensable para poner en marcha la universidad y, en segundo lugar, crear el clima de paz y consenso para que se pueda deliberar y elegir al rector.” Y, por las dudas, aseguró: “No he sido, ni soy candidato a rector. Ni lo seré”. Como los secretarios que estaban al frente de las diversas áreas de la UBA presentaron sus renuncias al concluir el mandato de Guillermo Jaim Etcheverry, Buzzi gobernará con personal subalterno y nombrará dos subsecretarios, uno en el sector administrativo y otro en el jurídico. Y, en lo inmediato, continuará María Luisa Aicardi como secretaria de Hacienda.
 
En la reunión que ayer mantuvieron los decanos y el rector interino se acordó constituir las comisiones de trabajo del Consejo Superior, para poner en movimiento el demorado tratamiento de los asuntos administrativos y académicos de la UBA. También se acordó que cada facultad y cada claustro harán una propuesta de temario para la próxima sesión del Consejo Superior que –de haber consenso– podría convocarse el último miércoles de este mes o el primero del próximo. Uno de los puntos clave a discutir es si se acepta incluir lo que exigieron los alumnos anteayer: la separación de los dirigentes gremiales no docentes que golpearon a estudiantes el 2 de mayo. Otra cuestión por ahora postergada es cuándo se intentará hacer la asamblea para designar rector.
 
Según comentó un decano, el encuentro con Buzzi fue cordial y no exhibió las diferencias latentes entre los sectores, ni la inquietud abierta en el bloque mayoritario tras la asunción de Buzzi. ¿Por qué la inquietud? Para los radicales más firmes en torno de Alterini, Medicina es la facultad del bloque más proclive a modificar el candidato. Y para los peronistas, el interinato de Buzzi deja en suspenso el rol que iba a asumir Aníbal Franco, a quien se planeaba elegir vicerrector en la interrumpida sesión del lunes.
 
Condiciones para debatir
  
“Hay que recuperar la racionalidad y el respeto mutuo. Los acontecimientos del lunes no fueron nada correctos”, dijo a Página/12 el decano de Ciencias Sociales, Federico Schuster. “Así como exigimos a las autoridades universitarias condiciones para generar un debate público y abierto, lo exigimos también a los demás sectores de la universidad –agregó–. Ahora es imprescindible que alguien conduzca una transición, buscando consenso, recibiendo las demandas existentes y canalizándolas hacia una asamblea universitaria, en un clima en que no haya presiones de ningún tipo.” Los decanos de Sociales, Filosofía, Exactas y Arquitectura conforman el espacio de izquierda y centroizquierda que propone a Alberto Kornblihtt como rector.
 
Efecto rebote en Comahue
  
Al igual que en la UBA, estudiantes de la Universidad Nacional del Comahue (con sedes en Neuquén y Río Negro) vienen reclamando la democratización del gobierno de la casa de estudios y mantienen tomado el rectorado porque consideran ilegítima la asamblea que ayer eligió nuevo rector. Ya en los últimos días impidieron la designación de decanos en las facultades de Economía, Humanidades y Derecho. En ese conflictivo escenario, la Federación Universitaria del Comahue tomó ayer el rectorado para impedir la elección del rector que reemplazará a Ana Pechén. Ante la protesta, más de cien asambleístas (sobre un total de 167) cambiaron la sede de la sesión y se reunieron en Cipolletti, en un salón del sindicato Luz y Fuerza. Allí, fue elegido como rector Jorge Boccanera, ex decano de Ingeniería. Para la FUC, la asamblea fue ilegítima. El cambio de sede –sostuvo la dirigencia estudiantil– debió haber sido decidido por la propia asamblea. “Es ilegítimo que se hayan reunido en otro lugar”, dijo un asambleísta. La federación resolvió sostener la toma del rectorado al menos hasta mañana. Además de una mayor representación estudiantil en el cogobierno, reclaman que antes de elegir rector debe completarse el proceso electoral en todas las facultades.

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