Reconstruir un Estado que exprese los intereses populares, recomponer el tejido social, poner en pie una economía que integre a todos los argentinos; en este marco la universidad debe asumir plena responsabilidad de su rol estratégico en la formulación de un nuevo proyecto nacional y en su aporte de cuadros, conocimiento y tecnología ligados al desarrollo social, cultural y productivo de la Nación.
Hoy se impone definir los sentidos de la universidad: el sentido de formarse y de enseñar en una universidad pública, el sentido de la producción de saberes y tecnología, el sentido de nuestra historia de luchas inconclusas, el sentido de nuestra memoria e identidad como pueblo y como Nación. Si la tarea es reconstruir un Estado, la universidad pública no puede seguir siendo una coexistencia de micrológicas yuxtapuestas, donde las facultades, carreras y claustros universitarios corren por andariveles distintos, sino que debe asumir de manera colectiva y responsable el compromiso de intervenir en el actual momento histórico de nuestro país. Cada facultad, cada carrera, cada cátedra deben ser expresión de este compromiso y esta voluntad transformadora, vinculándose a la realidad y a la resolución de las problemáticas nacionales. Claro que aún se escuchan las voces de quienes defienden privilegios. Son los mismos que entienden a la universidad como esa “torre de marfil” inexpugnable e incuestionable, disociada de la sociedad y el Estado.
Aquellos que ante el proceso de exclusión vivido en nuestro país decidieron orientar sus esfuerzos hacia proyectos de “modernización” universitaria en sintonía con la “globalización neoliberal”, y que hoy sobreviven enquistados en las estructuras de gestión de la universidad. A pesar de quienes quieren preservar el statu quo y contra los ideólogos de la dependencia cultural y económica, la universidad puede y debe alzarse como un actor más en la reconstrucción de nuestra patria, aportando a poner en pie un modelo autónomo de desarrollo nacional y regional con justicia social. Y es esta tarea estratégica la que debe moldear una nueva universidad popular, solidaria y democrática.
* Coordinador del seminario “Universidad, proyecto nacional y Estado”, organizado por MAPU y Cimarrones. También firman Fernando “Pino” Solanas, Norberto Galasso, Ana Lorenzo, Ernesto Jauretche, Gabriel Fernández, Carlos Juliá, Rubén Dri, Horacio González, Carla Wainsztok, Diana Tellechea, Jorge Cuatrín, Daniel Pisera, Hugo Trinchero, Susana Checa, Jorge Carpio, Silvia Llomovatte, Susana Vior, Gabriel Chamorro, Arias Gilbert, Alejandro Balazote, Juan Carlos Radovich, Arturo Fernández, Sandra Buccafusca, Mónica Marra, Guillermo Levy, Juan Martín Leguizamón, Jorge Gugliotta, Marcelo Langieri, Elías Quintero, Hugo Ratier, Marcelo Koenig, Ivanna Petz, Agustín Gómez.