Desde el 2003 encaré la reorganización interna del Consejo Federal y la elaboración de instrumentos financieros que respondan a las necesidades reales de las distintas localidades, provincias o regiones del país, para que la tecnología fuera transferida y no quedara en “papers” que se publican en revistas especializadas, sino que efectivamente llegara a la gente por más alejado que sea el lugar del país donde se encuentre. Así nacieron los Proyectos Federales de Innovación Productiva (PFIP), que llevan la tecnología adonde los argentinos la necesitan, y son las mismas provincias las encargadas de identificar esas prioridades. Los Proyectos Federales solucionan los problemas más variados, eminentemente productivos como: turismo, pesca, agroindustria etc., o sociales como: salud, cultura, educación, entre otros. Los países del mundo llamado desarrollado reconocen el rol estratégico de la tecnología en la producción y mejora de la calidad de vida, es por ello que las actividades en ciencia y tecnología deben ser verdaderas políticas de Estado, de las que la Argentina adoleció en la última década.
* Secretario general del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (Cofecyt).
Página 12: Reducir las brechas
Es fundamental contribuir en la dimensión federal de las políticas en ciencia y tecnología, y así disminuir la brecha tecnológica entre provincias grandes y provincias chicas, acercando la tecnología a la gente. En otros términos, que no sólo unas pocas provincias produzcan tecnología y se sirvan de ella, mientras el gran espacio nacional no puede acceder a ella para la mejora de su economía y de su calidad de vida.