Por aquel antecedente, organismos de derechos humanos, sectores del kirchnerismo y algunas agrupaciones universitarias objetaron a quien hoy es el candidato con más posibilidades de ser elegido rector en la asamblea del próximo martes. “Es público y notorio que, cuando se produjo el golpe de 1976, ejercía el cargo de juez de la Cámara en lo Comercial, para el que había sido designado con acuerdo del Senado... y que renuncié a dicho cargo luego del golpe”, dijo Alterini. “Resulta obvio que todas las vinculaciones que se hacen a cuestiones políticas relacionadas con el gobierno de aquel entonces son inexactas y maliciosas”, una “ultrajante campaña de difamación”. Pese a sus dichos, decanos, profesores, graduados, alumnos y no docentes de las facultades de Filosofía y Letras, Sociales, Agronomía, Exactas y Arquitectura declararon que “la comunidad de la UBA considera inaceptable que la universidad pública tenga un candidato a rector cuyo pasado está ligado a la última dictadura militar”. Este espacio, junto a personalidades de la ciencia y la cultura, hará un acto de rechazo mañana, a las 17.30, en la Biblioteca Nacional.