Sí se concretaron ayer los primeros convenios del plan de obras de infraestructura anunciado en diciembre que, en total, rondará los 80 millones de pesos. A la mañana, en Casa Rosada, Néstor Kirchner presidió la firma de 34 convenios con diez universidades para realizar obras por 44,8 millones. Según se informó, en un mes se suscribirán contratos con otras doce universidades, por casi 34,6 millones. Por ahora, las instituciones que recibirán fondos para mejorar sus instalaciones son las universidades nacionales de Buenos Aires (4,9 millones), La Plata (7,9), Misiones (2), Lanús (8,8), Cuyo (3,8), Litoral (2,8), Rosario (1,4) y Luján (316 mil), además del Instituto Universitario Nacional del Arte (5,5 millones) y la Universidad Tecnológica Nacional (7,3).
Con este plan “se pone fin a años de desatención a la infraestructura universitaria por parte del Estado nacional”, dijo el ministro de Educación, Daniel Filmus, ante los rectores universitarios y acompañado por su pares de Infraestructura, Julio De Vido, y del Interior, Aníbal Fernández, entre otros funcionarios. “Las universidades son una herramienta esencial en el crecimiento de un país más justo, más igualitario, más desarrollado –agregó–, donde la base fundamental de la creación de la riqueza esté vinculada al conocimiento, la ciencia y la tecnología.” Kirchner, que no habló durante el acto, escuchó cómo el rector de la Universidad de La Plata, Gustavo Aspiazu, coincidía con que el plan de obras representa “un punto de inflexión ante la indiferencia con la que el Estado trató a las universidades públicas durante muchos años”.
En el caso de la UBA, los fondos se destinarían al reclamado y postergado nuevo edificio para la Facultad de Ciencias Sociales, así como para arreglar los maltrechos ascensores del Hospital de Clínicas. El plan de infraestructura incluirá el inicio de obras para las facultades de Informática y de Periodismo de La Plata, y en Misiones, de una sede para Ciencias Exactas. La Universidad del Litoral recibirá financiamiento para su Instituto de Música y sus facultades de Humanidades y Ciencias Económicas. En Cuyo se realizarán obras para la unidad de Ciencias Aplicadas a la Industria, y la UTN iniciará la reparación de laboratorios en varias de sus sedes.
Pese a que el ministro Filmus destacó que el plan de obras implica un aumento presupuestario, los 80 millones no alcanzaron a atenuar los reclamos de los rectores (ver aparte). Distinto es el escenario en el sector docente, cuya exigencia de un aumento salarial mantiene en riesgo el inicio de las clases en marzo.
Desde fines del año pasado, los funcionarios de Educación trabajan para que los universitarios sean abarcados por la asignación de 100 pesos que incluyó al resto de los empleados estatales. En las últimas horas, la Secretaría de Políticas Universitarias les hizo llegar a los diversos grupos sindicales una propuesta de aplicación, consistente en 150 pesos para los docentes con dedicación exclusiva, 100 para las semiexclusivas y 50 para las simples. Por más que acumule cargos y dedicaciones, ningún docente podría percibir más de 150 pesos. El incremento se pagaría desde enero (retroactivo) y sería no remunerativo ni bonificable.
Si los gremios dan el visto bueno, el acuerdo podría sellarse hoy mismo: de confirmarse los montos citados, “se lograría que ningún docente que trabaja 40 horas semanales quede bajo la línea de pobreza”, estimaron los dirigentes sindicales. Por lo pronto, la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu) resolvió posponer el paro que tenía previsto para el martes 15 hasta que un plenario pueda analizar la propuesta. El plenario de Conadu se reunirá el viernes que viene. Al día siguiente también habrá un encuentro de la Conadu Histórica, en el que se debatirá la misma cuestión. El otro bloque de gremios, encabezado por Aduba, ya aceptó la propuesta de Educación y anticipó que pedirá la incorporación de la suma fija al salario.