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Página 12: Un vicerrector en dos minutos

Según las actas, el debate y la votación de tres proyectos, incluida la elección de Franco, duraron 120 segundos. Las diferentes posturas.

02 de junio de 2006, 14:09.

Por Javier Lorca
En sólo dos minutos, entre las 13.34 y las 13.36 del miércoles pasado, los consejeros superiores de la Universidad de Buenos Aires abrieron la sesión, leyeron, consideraron y votaron tres proyectos cuya mera discusión preliminar había insumido cuatro horas: entre ellos, nada menos que la apertura de la reforma estatutaria de la UBA y la elección de Aníbal Franco como vicerrector. En el mismo lapso hubo tiempo para que, ante la irrupción de unos cuantos estudiantes, el presidente del cuerpo diera por concluida la reunión. Al menos, eso es lo que aseguran las actas oficiales de la cuestionada sesión.
 
El caótico contexto en que se produjo la designación del vicerrector –a puertas cerradas y entre los gritos de los alumnos que pugnaban por entrar– dejó un complejo escenario en la UBA, un anexo nada menor a la profunda crisis que está por cumplir dos meses. Mientras Franco tomaba ayer posesión del rectorado y asumía el gobierno de la universidad (ver aparte), el conjunto de decanos y consejeros que consideró ilegítima su elección analizaba qué hacer. “Queremos saber exactamente qué pasó, porque varios de nosotros ni siquiera nos enteramos de que se estaba votando”, dijo a Página/12 Federico Schuster, decano de Sociales. Por eso, las autoridades de la facultad pidieron ayer en el rectorado las actas de la sesión y anoche analizaban, junto a los consejeros de su espacio, qué postura tomar.
 
Según la información oficial, la elección de Franco tuvo 18 votos favorables: los decanos de Derecho, Económicas, Psicología, Veterinarias, Farmacia, Odontología, Medicina e Ingeniería, más cuatro profesores, cuatro graduados y dos estudiantes, todos consejeros por las respectivas mayorías de cada claustro. Es decir, el mismo bloque de radicales, peronistas y aliados que sostenía la postulación de Atilio Alterini como rector y que ahora busca un nuevo candidato. (Tras la declinación del decano de Derecho, el bloque se mantuvo unido hasta ahora, con los consejeros de Medicina adentro.)
 
El grupo que cuestiona la legitimidad de la designación reunió a todos los demás consejeros superiores, pese a sus diferencias políticas. Primero, el espacio de izquierda y centroizquierda, con peronistas incluidos, que postula a Alberto Kornblihtt como rector: los decanos de Arquitectura, Filosofía y Letras, Sociales y Exactas, más una consejera por la minoría de profesores y otra por la minoría de graduados. En segundo lugar, la minoría estudiantil, que cuenta con dos consejeros por el frente de izquierda que forman el PO, el MST y la CEPA.
 
Y el tercer sector que impugnó a la nueva autoridad universitaria surge de la Facultad de Agronomía. Por un lado, un consejero estudiante (del LAI) que integra la mayoría del claustro (dividida, como se ve, en este punto). Por otro, el decano Lorenzo Basso, aunque con ambigüedades: al término de la polémica sesión, el miércoles, se lo vio cuestionando lo ocurrido y, luego, su nombre figuró en una declaración de rechazo a la elección; sin embargo ayer se dijo que él lo desmentía e, incluso, que le había manifestado personalmente su apoyo a Franco. Pero la retractación nunca se produjo.
 
Entonces, ante los 18 consejeros que dicen haber votado a favor, hay una decena de consejeros que, directamente, pone en duda la legalidad de la votación.
 
¿Qué dicen las actas taquigráficas? Que a las 9 en punto del miércoles empezó la sesión del Consejo Superior y que a las 9.08 el decano a cargo del rectorado, Alberto Boveris, decidió pasar a un cuarto intermedio, ante las protestas estudiantiles. De acuerdo con el documento, la sesión se reanudó a las 13.34 con la presencia de los 28 consejeros. Ahí ya hay un problema: los decanos de Sociales, Exactas, Filosofía y Arquitectura no estaban ocupando sus lugares, se aseguró. De hecho, como los consejeros cambiaron de sala tras la suspensión, ni siquiera contaban con las 28 sillas necesarias. “Es verdad que estábamos en el ámbito en que se desarrollaba la reunión, pero no estábamos sentados cuando se supone que se reanudó la sesión y se votó”, dijo Schuster. Y, con respecto a los tres proyectos aprobados en dos minutos, ironizó: “Es muy bueno para mostrar que la universidad trabaja con gran celeridad”.
–¿Van a cuestionar políticamente la legitimidad del vicerrector o van a desconocer formalmente su autoridad?
 
–Vamos a actuar con gran prudencia institucional. No queremos apresurarnos y tomar una decisión que sea negativa para la institucionalidad de la UBA. Se cometió un error preocupante, pero veremos qué hacer. Apurar la votación de cualquier manera cuando los 28 consejeros habíamos trabajado varias horas, en una circunstancia inédita en esta crisis, después de todo lo que veníamos pasando, correspondía tomarse un tiempo más. Así como criticamos a quienes tomaron la decisión de votar apresuradamente, sin las condiciones debidas, también reprochamos la actitud de los sectores estudiantiles que forzaron su ingreso en el salón donde estábamos reunidos.
 
“Fue legal y legítima”
  
“Mi tarea será llevar este barco a buen puerto, es decir, poder elegir en el menor tiempo posible al nuevo rector de la UBA, que es lo que se ha estado impidiendo desde hace dos meses”, dijo ayer Aníbal Franco, en su primer día a cargo de la universidad. El ex decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias sostuvo que su designación como vicerrector “fue obviamente legítima” y que los consejeros lo “eligieron con las normas del estatuto vigente”, aunque admitió que hubiera “preferido hacerlo en un debate serio y responsable, como se debe hacer en la universidad, pero fue imposible”, debido a la protesta estudiantil. “La reunión no se pudo hacer en el mejor clima posible, pero fue absolutamente legítima y legal... No se podía soportar más la acefalía”, insistió. La idea de Franco es que el próximo miércoles se reúnan las comisiones del Consejo Superior y que el 14 vuelva a sesionar el cuerpo colegiado que integran representantes de los profesores, los graduados y los estudiantes. Mi tarea ahora es poner en marcha la universidad”, dijo.
 
Los que denuncian y los que apoyan
 
Diversos sectores de la universidad manifestaron públicamente su postura frente a la elección de Aníbal Franco como vicerrector.
 
“Con la designación... la UBA intenta retomar el camino institucional que se viera interrumpido por la fuerza, a partir de las actitudes de un grupo minoritario de estudiantes”, señaló el titular del gremio no docente (Apuba), Jorge Anró. Desde el movimiento estudiantil, el apoyo provino de la federación paralela que nuclea a las agrupaciones enfrentadas con el frente de izquierda. “Expresamos una vez más nuestro terminante y absoluto rechazo a los violentos militantes de ultraizquierda que ilegítimamente se arrogan la conducción de la FUBA y a sus métodos que sólo persiguen impedir el funcionamiento de la universidad”, apuntaron los dirigentes de la “FUBA de los Estudiantes”, que nuclea a los centros de Derecho (MNR), Farmacia (Alianza) y Económicas (Nuevo Espacio, Franja), entre otros. Pero también expresó su apoyo al vicerrector el Colectivo para la Transformación Universitaria, espacio de centroizquierda integrado por graduados, docentes y alumnos de varias facultades, que se oponía a la candidatura de Alterini.
 
Del otro lado, la FUBA reiteró que desconoce al vicerrector “así como también todas las resoluciones surgidas de la sesión trucha e irregular –afirmó Juan Pablo Rodríguez, copresidente de la federación–. Llamamos a todos los sectores de la universidad ha pronunciarse en el mismo sentido y a continuar la lucha por la democratización de la UBA”. En un sentido similar se pronunciaron otras agrupaciones de izquierda, como En Clave Roja, que acusó a “una pequeña camarilla profesoral de la UCR y el PJ” de “imponer un gobierno alterinista, sin Atilio Alterini”.
 
Las diferentes expresiones del peronismo universitario volvieron a mostrar su heterogeneidad. El propio Franco y parte de quienes lo apoyan son justicialistas, y algunos kirchneristas, como Anró. Hay peronistas también en el espacio que impugnó al vicerrector, incluso kirchneristas, como los estudiantes de Libres del Sur que hicieron público su “más profundo repudio a la maniobra llevada a cabo por parte de un grupo de consejeros superiores, el mismo que apoyaba a Alterini y que fuera parte del shuberoffismo”.

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