“La sensación general es que no vamos a poder abrir las puertas. Como el presupuesto sería prácticamente el mismo que este año, el escaso aumento habría que usarlo para pagar la anualización de los incrementos de sueldos. Solamente nos va a quedar un 3,5 por ciento del presupuesto para los gastos de funcionamiento”, confió otro decano.
¿Qué hacer en ese escenario? La discusión la abrió este miércoles el rector, Guillermo Jaim Etcheverry, en una sesión ordinaria del consejo que gobierna a la UBA. Prueba de lo delicado que considera al tema fue que, antes de plantearlo, pidió que abandonaran la sala quienes no fueran consejeros, algo que no había ocurrido nunca desde que asumió como rector hace dos años. Según lo indagado por este diario, Jaim Etcheverry comentó principalmente dos cuestiones. Una, la consabida crisis que acarrearía el escaso aumento presupuestario previsto por el Gobierno para las universidades nacionales. Cabe recordar que, cuando el CIN pedía un incremento de 1200 millones de pesos, los fondos pasarían de 2100 millones a 2400. En particular, la UBA pidió casi una triplicación de sus 327 millones.
“Se ha abierto una puerta muy auspiciosa de diálogo.” Así se refirió el rector a la segunda cuestión que presentó al consejo. Tras tensiones y diferencias varias, Jaim Etcheverry habría recompuesto su relación con el ministro de Educación, Daniel Filmus, a quien estima comprometido con las necesidades del sistema educativo y, además, con parte del CIN (el órgano que reúne a los rectores). El rector volvió a participar de una reunión del CIN esta semana y, según dijo, encontró un nuevo correlato de fuerzas. “Parece que ya no hay un frente monolítico a favor de las políticas oficiales, sino que hay un grupo de universidades más crítico, en línea con los reclamos que está elevando la UBA”, confió un consejero superior. Parte de la dirigencia de la UBA, incluidos sectores gremiales, ve en esa fractura la posibilidad de regresar al CIN y encabezar desde ahí reclamos y negociaciones.
Las disidencias dentro del CIN no son nuevas, pero esta semana se reactivaron cuando una docena de universidades fue arbitrariamente elegida por los Diputados: en su dictamen, la Comisión de Presupuesto agregó 11 millones a los fondos previstos por el Poder Ejecutivo y los dirigió a las casas del Nordeste (asentada en Chaco y Corrientes, recibió 2 millones), Jujuy (1,5), La Matanza, Formosa, Misiones, Salta, Santiago del Estero, UTN (1 millón cada una), Córdoba, Catamarca, Chilecito y Villa María (entre 500 y 800 mil). Diversos rectores denunciaron que la única razón que explicaba ese incremento era “ser amigo de un diputado”. De hecho, el presidente y el vice de la comisión son diputados por Jujuy: Carlos Snopek (PJ) y Miguel Angel Giubergia (UCR); y el segundo vice, Rafael González (PJ), es del Chaco.
“Es evidente que fracasó la política dialoguista y que las autoridades de la UBA no se animan a tomar una medida más audaz y sacar la universidad a la calle”, dijo Hernán Scorofitz (PO), consejero estudiantil de la UBA. Otra alternativa, acaso para agotar las instancias antes de ir a un conflicto abierto, la planteó un decano: pedir una entrevista directa con Néstor Kirchner. “No se definió una estrategia. Pero quedó claro que hay una bomba de tiempo y que, si no hacemos nada, va a estallar en marzo.”