Por Javier Lorca
La carrera electoral por el rectorado de la Universidad de Buenos Aires comenzó a definir bloques y, aunque tempranamente, candidaturas. Ayer, el actual rector, Guillermo Jaim Etcheverry, oficializó que se postulará a la reelección para el período 2006-2010. El escenario político de la asamblea universitaria prevista para abril próximo exhibe hoy, con matices y alianzas cruzadas, tres grandes grupos: el radical reformista, el de centro (con sectores progresistas y conservadores incluidos) y el fortalecido espacio de centroizquierda e izquierda, que también ayer, entre los profesores, formalizó la agrupación Transformación Universitaria. Por ahora, cada grupo tiene varios candidatos. El primer test será en marzo, cuando se realice una asamblea para designar representantes de profesores, graduados y alumnos en el Consejo Superior. Las negociaciones ya están en marcha.
“Tengo la intención de continuar al frente de la UBA”, anunció Jaim, durante el brindis de fin de año con profesores y consejeros de las facultades. Su propósito –dijo– es “reinsertar a la UBA en la cultura. Cambiar su imagen pública, despartidizarla, evitar la lógica del clientelismo. Precisamente, el advertir una peligrosa tendencia al regreso de esas prácticas es lo que me decide a asumir este compromiso”. Su discurso enfatizó la necesidad de “una universidad que no sea una empresa que sólo piensa en el dinero, sino que tenga que ver con la ciencia y la cultura, con múltiples inserciones sociales, pero cuyo norte sea la educación”. La ratificación de la candidatura a la reelección se produjo justo un día después de que el Consejo Superior aceptara oficialmente que entre 2002 y 2004 se cometieron irregularidades administrativas. Si bien quedó claro que hubo un manejo no autorizado de fondos, y hasta el rector decidió abrir una instrucción sumaria para “deslindar responsabilidades”, también es cierto que algunos sectores opositores –aunque no todos– acicatearon la investigación y las denuncias para intentar evitar que Jaim volviera a postularse.
En el último año, y más también, el espacio más explícitamente opositor a Jaim Etcheverry ha sido el de los radicales y sus aliados. Incluso, el decano de Derecho, Atilio Alterini, tuvo varios cruces públicos con el rector. Por ahora, sus posibles candidatos son el mismo Alterini y el nuevo decano de Farmacia, Alberto Boveris, que fue vicerrector de la universidad en los ’90. Tal como les ocurre a los demás grupos, el autodenominado espacio reformista sabe que no podría llegar solo a designar rector y pretende buscar consenso y apoyos. Su fuerza proviene de los graduados, sobre todo, y de los profesores de varias facultades: Derecho, Farmacia, Psicología, Arquitectura, parte de Económicas, parte de Medicina y otras. En algunas de esas unidades lograría, también, apoyo estudiantil.
El espacio que se podría definir como de centro nuclea a universitarios de perfil más o menos progresista, peronistas, también conservadores. Se trata, esencialmente, de la lista de profesores Reconstrucción Universitaria, actual mayoría del claustro, la misma que en 2002 llevó a Jaim al rectorado. En el transcurso de su gestión, el rector recibió muchas, pero rara vez públicas, críticas de este grupo y ese descontento solapado abre una incógnita respecto de cuántos votos buscarán su reelección. Además, se suman las candidaturas del decano saliente de Agronomía, Fernando Vilella, y del ex decano de Veterinarias Aníbal Franco. Otros apoyos provienen de los docentes de Odontología, minorías de Exactas y otras facultades, más graduados de diversas unidades académicas. Cuestión clave para este sector será saber si podrá contar con los consejeros docentes de Agronomía, cuya elección aún no se produjo, a la espera de una decisión judicial.
En la tarde de ayer, las mayorías de profesores de Ciencias Sociales, de Filosofía y Letras y de Exactas acordaron integrar la lista Transformación Universitaria. Sería la referencia de los grupos de centroizquierda e izquierda fortalecidos tras las elecciones de octubre y tendría unos cuantos votos de graduados y alumnos. El decano saliente de Exactas, Pablo Jacovkis, ha lanzado su postulación al rectorado, con apoyos de la comunidad científica y de la Secyt. Y en las últimas semanas comenzó a pronunciarse como posible candidato el nombre del decano de Sociales, Federico Schuster, pese a que en su entorno la idea no figura. Todo este núcleo tiene avanzado el diálogo para incorporar a los profesores que ahora gobiernan Arquitectura. Y también hay posibilidades de una alianza con la lista Reconstrucción: de hecho, el lunes habrá una reunión de ambos grupos en Agronomía. Los actores repiten que aún falta mucho y que el escenario todavía está abierto. Pero ya todos toman posición.
Reforma del CBC
Por J. L.
Aunque mucho dependerá de quién sea el futuro rector de la UBA (ver nota principal), es más que probable que 2006 traiga cambios para el Ciclo Básico Común (CBC), el ya veinteañero primer año de todas las carreras de la universidad. No solamente el rectorado acaba de presentar una propuesta para debatir la reforma del ciclo, sino que la mayoría de las autoridades de las facultades asumieron en los últimos meses –como se informó– el compromiso de institucionalizar al CBC el año próximo.
“Si no hacemos una profunda reforma, no podemos seguir. Los chicos llegan a la universidad con carencias elementales: no saben usar la regla de tres simple, no han leído un libro”, dijo a Página/12 Norberto Corsaro, el secretario de Asuntos Académicos de la UBA, área que estuvo a cargo de la elaboración de la propuesta presentada por Guillermo Jaim Etcheverry. Un dato es elocuente: cada año, sólo el 52 por ciento de los alumnos que cursa el CBC (son entre 60 y 70 mil) pasa a las facultades. “El 48 por ciento queda en el camino. Es demasiado.”
¿Qué cambios se proponen? Primero, una evaluación optativa y voluntaria de los alumnos que están terminando la escuela. Los que encuentren alguna dificultad podrán tomar un curso (gratuito, a distancia y con tutorías) de comprensión de textos académicos, matemática y alfabetización digital. Luego, todos los que se inscriban al CBC deberán dar una prueba diagnóstica obligatoria y no eliminatoria: de acuerdo con el puntaje obtenido, se darán recomendaciones generales. Finalmente, se propone “hacer más básico y más común” –como ha repetido el rector– el programa de materias del CBC. Ya no habría materias vinculadas con la carrera elegida, sino seis asignaturas iguales para todos: Lectura y expresión, Introducción a la ciencia y la técnica, Matemática, Filosofía, Historia contemporánea y Grandes problemas contemporáneos. El ciclo seguiría siendo de un año y, a su término, el alumno recibiría un diploma en Estudios Básicos Universitarios.
Página 12-Viernes 23: Bloques y candidatos se posicionan para ir por el rectorado de la UBA
Mientras Jaim Etcheverry confirmó que buscará su reelección, se consolidan tres grupos para la asamblea universitaria de abril.