Mientras el Gobierno prepara una nueva propuesta de mejora salarial para los profesores universitarios, se cumplió ayer una jornada nacional de protesta convocada por organizaciones estudiantiles y docentes. Hubo clases públicas, tomas de facultades y movilizaciones en varias universidades del país. Las principales protestas se produjeron en Córdoba y en Buenos Aires. Después de diez días de huelga, convocada por Conadu Histórica y luego también por Conadu, la continuidad del plan de lucha se definirá mañana en un plenario conjunto de ambas federaciones, en Córdoba: todo indica que las medidas de fuerza podrían seguir, en algunas casas de estudios desde el mismo lunes. Justamente, para ese día está previsto el reinicio de la negociación entre los sindicatos, el Ministerio de Educación y los rectores universitarios.
Al igual que hace una semana, por las calles de Córdoba marcharon ayer unas diez mil personas en reclamo de un aumento presupuestario y salarial para las universidades y por la derogación de la Ley de Educación Superior. Con alta participación estudiantil, la concentración comenzó en un predio de la Universidad Nacional de Córdoba –cuyos docentes están en huelga hace cinco semanas– y la movilización llegó, pasadas las 20, hasta el casco céntrico de la ciudad.
“Que quede bien claro: no va a haber clases si no hay aumento salarial”, dijo Santiago Gándara, dirigente del gremio AGD-UBA, en el acto realizado anoche, en la Capital, frente al Ministerio de Educación. “Somos más de 30 universidades las que estamos en paro y le decimos al Gobierno basta de mentiras. Mientras ellos hacen campaña permanente, nosotros hacemos paro por tiempo indeterminado hasta que respondan nuestros reclamos.” Unas siete mil personas, según los organizadores, habían llegado hasta el Palacio Pizzurno tras marchar desde la Plaza Houssay, vía Córdoba y Callao, entre las 19 y las 20. Además de docentes y estudiantes de la UBA y algunas universidades del conurbano, había muchos alumnos de escuelas secundarias. Y hasta una bandera del Hospital Garrahan. “Arriba los salarios, abajo la Ley de Educación Superior”, fue la consigna que proclamó Santiago Gima, copresidente de la FUBA, desde los altoparlantes.
Más temprano, la protesta se había hecho notar en Bahía Blanca. “Señor presidente: universidades nacionales, ¿le suena?”. El cartel, portado por un grupo de docentes de la Universidad Nacional del Sur (UNS), le dio la bienvenida a Néstor Kirchner en el aeropuerto local. Al mediodía, el ministro de Educación, Daniel Filmus, se reunió en la Municipalidad de Bahía con el rector de la UNS, Luis María Fernández, y con dirigentes del gremio Aduns. También participó el secretario de Políticas Universitarias, Juan Carlos Pugliese, quien explicó a Página/12 el planteo realizado por el ministro durante la reunión. “Estamos trabajando en una mejora de la propuesta, superadora de la anterior. Por ahora, los pasos que podemos dar son cortos. Los más largos van a ser dados en la medida en que el Congreso apruebe la Ley de Financiamiento Educativo.”
La nueva oferta de mejora salarial se concretaría en la mesa de negociación prevista para el lunes. “Aspiramos a que en su reunión del fin de semana, las Conadu fijen posiciones que manifiesten una voluntad de seguir negociando y acercando posturas”, comentó Pugliese. Es decir, el Gobierno espera que los gremios atenúen el creciente conflicto. Algo difícil, dada la alta movilización que han mostrado las bases en las últimas semanas y las mociones ya votadas por algunos gremios, que se inclinan por la continuidad de la huelga. “Para el docente universitario, hablar del 2006 es una eternidad. Necesitamos una respuesta ahora –dijo a este diario Sergio Zaninelli (Aduns-Conadu Histórica), tras el encuentro con Filmus–. Y nos preocupa que el ministro defina la nueva oferta como ‘pequeña’ o ‘modesta’. Con estas definiciones, llegaríamos a la reunión del lunes con el conflicto instalado.”
Los gremios piden una recomposición salarial que incluya el blanqueo de los adicionales “en negro” y la elevación del ingreso del cargo testigo (ayudante de 1ª semi exclusivo) a 800 pesos. El Gobierno, después de instrumentar diversas sumas no remunerativas ni bonificables entre 2004 y este año, inició una incorporación parcial al básico de aquellos adicionales y anunció el mes pasado un aumento del 22,7 por ciento en la masa salarial docente. Los gremios rechazaron el incremento por insuficiente, criticaron el modo en que fue difundido y profundizaron las medidas de fuerza. Entre ellas, una huelga que empezó el martes pasado y sigue al menos hasta hoy. Las marchas de docentes y alumnos se replicaron, ayer y anteayer, en Salta, Rosario, Litoral (Santa Fe), Patagonia Austral (Río Gallegos), Catamarca y otras universidades.
Página 12-Viernes 26: “Que quede claro: no va a haber clases si no hay aumento salarial”
Con una marcha multitudinaria en Córdoba y otra en Buenos Aires, docentes y estudiantes cumplieron una jornada nacional de protesta.