Las academias nacionales de ciencia enfrentan a un rival de extraordinario poder y capacidad de presión. El gobierno de George Bush, que lidera la campaña contra todo tipo de clonación, cuenta con el apoyo de la Iglesia Católica y de otros credos religiosos, y el respaldo explícito de muchos gobiernos, entre ellos varios latinoamericanos, con Costa Rica a la cabeza. El gobierno de Bush alega que al usar células madres de embriones para la investigación se está asesinando a un ser humano porque el embrión que se usa para el experimento deberá ser eliminado. En octubre de 2003, la Asamblea General de la ONU no llegó a un consenso pese a la extraordinaria presión estadounidense y postergó la votación para la Asamblea de este año.
El Panel Interacadémico sostiene que es fundamental acordar una convención internacional sobre el tema. El profesor Richard Gardner, que dirige la investigación en células madre y clonación de la Sociedad Real de la Ciencia de Gran Bretaña, explicó a Página/12 que no hay otra manera de evitar la clonación con fines reproductivos. “Mientras no se legisle a nivel mundial, el peligro será que haya clonación con fines reproductivos porque no se estará violando ninguna ley. En este sentido, es necesario llegar a una convención que cuente con el consenso de todos los países. Es interesante observar que a diferencia del Reino Unido, Estados Unidos no ha prohibido aún la clonación con fines reproductivos porque siempre ha intentado que la prohibición fuera total, para lo que no hay consenso ni en su propio país”, señaló Gardner.
En cuanto a la convención que se negocie en octubre, los países que la firmen deberán ratificarla a nivel nacional, pero los que no lo hagan no tendrán ninguna obligación de seguir sus lineamientos. En el caso de Gran Bretaña, el gobierno de Tony Blair no cambiará su posición. “Está claro que si se prohíbe toda forma de clonación, el Reino Unido y otros países que tienen una regulación muy minuciosa y precisa que distingue la clonación con fines terapéuticos de la que se hace con fines reproductivos, no adoptarán la convención, lo que la debilitará enormemente”, precisó a Página/12 el profesor Richard Gardner.
El Reino Unido se encuentra a la vanguardia de esta técnica, que promete la cura de enfermedades como la diabetes, el Parkinson y el Alzheimer. En enero de 2001 autorizó la clonación con fines terapéuticos y el mes pasado se convirtió en el primer país de Europa que autorizó la iniciación de un proceso específico de investigación. El organismo regulador, la Autoridad Británica de Fertilidad Humana y Embriología, otorgó una licencia inicial de un año a la Universidad de Newcastle para que investigara sobre el potencial de la clonación, “después de considerar todos los delicados argumentos científicos, éticos, legales y médicos”.
A nivel mundial la legislación es caótica. Corea del Sur autorizó la clonación para fines terapéuticos y sus científicos se convirtieron en los primeros en anunciar la extracción de células madre para la investigación. En Japón, el Consejo Médico votó a favor de una política que permita laclonación limitada de embriones humanos. La Unión Europea se expedirá en un período de dos años. En América latina se está debatiendo la clonación a nivel de congreso en varios países.