La investigación fue realizada por el Sistema de Monitoreo Social y Económico (Sismo) de la Universidad Nacional del Litoral, y dirigida por Roberto Meyer. Primero se efectuaron reuniones con adolescentes de nivel socioeconómico medio, a fin de detectar “las representaciones y expresiones comunicativas de uso frecuente, sus opiniones, expectativas e inclinaciones a determinados bienes culturales”. A partir de estos datos se elaboró un cuestionario “dirigido a adultos de alto nivel cultural (fundamentalmente docentes de Tercer Ciclo y Educación Polimodal, universitarios y otros profesionales)”.
El cuestionario preguntaba el significado de cada uno de estos términos: “q cam usa?”; “TB, BB!”; “Todo grosso”; “Q ac maracon”; ¿Kin anda, com ta vs?”; “Mu chino”; “Blink”; “Bersuit”; “Hipocresía”, y “Western”.
Entre los significados posibles a elegir, estaban: “Insulto”; “Nombre de un grupo de rock”; “forma de adjetivar la sociedad”; “expresión de saludo”; “nombre de una canción dedicada al doctor Favaloro”; “Marca de ropa”; “expresión para indicar que todo anda bien”; “comida china”; “género de película”; “término crítico o despectivo”.
El 60 por ciento de los cultos adultos acertó sólo en una o ninguna de las respuestas. Y muchos se salvaron del cero porque “Bersuit” fue fácilmente identificado por el 75 por ciento como el grupo de rock Bersuit Vergarabat.
Como servicio a los lectores cultos de este diario, aquí van las respuestas correctas: las cinco primeras son expresiones usuales en el chateo por Internet: qué webcam está usando el otro; “Todo bien, bebé” o “Todo grosso” o “Qué hacés, maricón”, como expresiones de saludo, y la pregunta “quién está con vos?”. “Mu chino” no es una comida china sino un popular juego de rol, y “Blink” es un conjunto de rock.
Es interesante el caso de “Western”, que desde la cultura adulta fue predominantemente identificado con un género cinematográfico, pero la respuesta que quería el profe no era ésa: “Western” es el nombre de un tema musical que habla de la corrupción y que recuerda al médico René Favaloro.
En cuanto a “Hipocresía”, no es una marca de ropa sino la forma de adjetivar la sociedad que sobresalió entre los adolescentes consultados.
Sólo el 20 por ciento de los adultos supuso que los adolescentes actuales, como otros de generaciones anteriores, disciernen que la hipocresía es una característica destacada de la sociedad. “Los adultos acusan a los jóvenes de apatía y desinterés por la sociedad, pero no es así en nuestra experiencia –observó Meyer–. Sus ideas no son muy diferentes de las que existieron en otras generaciones a su edad. Tal vez se expresan de otra manera, y la pregunta es si, desde las universidades, estamos tomando en cuenta las diferencias generacionales para adecuar las formas de evaluación, en lugar de reproducir año tras año instrumentos de evaluación que no se adecuan a sus formas comunicativas ni a sus intereses.”
“Por ejemplo –continúa el investigador–, hay juegos de rol y juegos de estrategia que tienen un alto contenido cultural, especialmente histórico. Claro que estos contenidos no están controlados por académicos; una tareaposible, especialmente para el Polimodal, sería que los docentes tomaran estos juegos para adecuarlos a objetivos estratégicos de aprendizaje.”