La división que estalló en el ‘98 se consolidó en el 2000, tras la intervención de la federación docente realizada por el Ministerio de Trabajo. Pese a que desde entonces ha habido unos cuantos intentos informales de negociar la unión, la iniciativa que creció en las últimas semanas parece más firme. Y está directamente relacionada con el quiebre que la Conadu sufrió este año en su último congreso, en Santiago del Estero, cuando se daba inicio al proceso electoral de renovación de autoridades. A ese congreso no ingresó un grupo de gremios encabezado por la Asociación de Docentes de la UBA (Aduba), que denunciaron una exclusión arbitraria e impugnaron el encuentro ante el Ministerio de Trabajo.
“No vamos a participar en una elección donde se ha dejado afuera a ocho gremios para poder ganar –dijo Daniel Ricci, de Aduba–. Encima, ahora fueron a pedirle apoyo a la Conadu Histórica, después de las acusaciones que hicimos contra ellos en todos estos años. Es una barbaridad.”
Las críticas del dirigente porteño apuntaban a la conducción de la Conadu, que hasta octubre ejercen Anahí Fernández (Rosario) y Pedro Sanllorenti (Mar del Plata), y de la que el mismo Ricci participó hasta este conflicto.
“En realidad, el problema es que Aduba y otros gremios del sector educativo crearon Conteduc (Confederación Nacional de Trabajadores de la Educación), una federación incompatible con la nuestra. Además, está vinculada a la CGT y pretende hacerle competencia a la Ctera, que está en la CTA –explicó un gremialista de la Conadu–. A partir de ahí, se produce un quiebre con nosotros y, como Aduba ve que se queda afuera de la próxima conducción, rompe el congreso para ensuciar la elección.”
Por supuesto, Ricci defendió a la Conteduc: “Es una coordinación de gremios de docentes y no docentes, de la educación pública y privada. No va en contra de la Conadu, incluso nos gustaría que la federación también se integre en la Conteduc”.
Al margen de esa discusión, ya hay propuestas concretas de unificación realizadas desde la Conadu. “Hay muchas alternativas”, reconoció Sanllorenti. Y detalló: “Si un requisito para la unidad fuera permitir el ingreso en Conadu de los gremios que están en la Histórica, presentar nuestra renuncia y después hacer una elección con todos adentro, no tenemos ningún problema en hacerlo”.
Conducida por dirigentes do-centes de Catamarca y el Litoral, la Conadu Histórica por el momento se ha limitado a incluir en el temario de su próximo plenario el debate sobre la unificación gremial. “Es difícil hablar de unificación cuando hasta ahora se nos excluyó de las paritarias para negociar las condiciones de trabajo de los docentes (por carecer de reconocimiento oficial). Después de años de divorcio, la unidad no se puede decretar de un día para el otro, hay que construirla sólidamente, porque, si no lo hacemos, habría otra ruptura en breve”, comentó un dirigente sindical.
“El conflicto electoral interno de la Conadu no es nuestro. Eso lo tienen que resolver ellos solos. Pero nuestro problema sí es la unidad de la representación de los docentes.” En el plenario del viernes 27 empezará a delinearse si el sindicato nacional tendrá uno o diversos futuros.