Hasta ahora, los datos sueltos no conforman una hipótesis sino que multiplican varias. El encargado del edificio –ubicado en Güemes al 4700– donde la joven vive con su hermano y un kiosquero del barrio dijeron haberla visto salir hacia su trabajo en el Instituto de la Vivienda de la Ciudad. Aún no apareció un testigo con un dato certero. Su teléfono suena, entra el contestador automático pero ella no devuelve las llamadas ni los mensajes de texto y no revisó sus mails, según pudo comprobar una de sus amigas. “El día anterior fue a terapia y no hay nada en las notas de la psicóloga que den indicios de que podía huir. El celular murió el mismo día que desapareció. No manejamos hipótesis, sólo tenemos las realidades que conocemos”, precisó a Página/12 Patricia Lawrynowicz, su amiga íntima.
“Ninguna persona desaparece mágicamente. Alguien sabe algo y necesitamos que rompa el silencio”, sostuvo Juan Carr, titular de la Red Solidaria. La institución inició una intensa campaña para hacer presente el rostro de Florencia en todos los lugares posibles: comercios barriales, carteles callejeros y la web, mediante mails masivos y solicitando a los cybercafés que instalen la imagen de la chica como fondo de pantalla.
Los amigos de Florencia hicieron ayer una concentración en las escalinatas de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, donde ella cursa y milita en la agrupación TNT. Anoche estuvieron en la terminal de micros de Retiro y entregaron folletos con la cara de la joven a todos los viajantes de media y larga distancia. Y hoy repartirán más fotografías en la marcha por la conmemoración del 24 de marzo, fecha del último golpe de Estado.
“Sólo decimos a aquellos que la vieron y quieren mantener el anonimato, que llamen o escriban un mail; los vamos a respetar. La Red Solidaria recogerá información en los teléfonos 4796-3923 y 4796-5828, y a través del mail redsolidaria@ssdnet.com.ar