El equipo de la universidad presentó el proyecto a la HFEA en junio, solicitando autorización para la clonación de embriones humanos según la técnica de la “célula madre”. Los investigadores planean la creación de células productoras de insulina siguiendo dicha técnica, que utiliza a los embriones como fuentes de células madre. Esta clase de células crece en los primeros días de vida del embrión y se cultiva y transforma en tejidos de todo tipo. Según los científicos, estas células tienen, gracias a su maleabilidad, un extraordinario potencial para la curación de enfermedades degenerativas como el Parkinson o el Alzheimer, impermeables hasta el momento a la medicina.
En un cauteloso comunicado emitido ayer, el director del equipo de científicos, Miodrag Stojovic, enfatizó que la técnica tiene fines puramente terapéuticos. “Estoy complacido de que la HFEA reconozca el potencial de esta tecnología para salvar vidas”, señaló. Este acento en el fin terapéutico de la investigación no es casual. El Reino Unido autorizó la técnica de la clonación de embriones con fines terapéuticos en enero de 2001, pero prohibió con hasta 10 años de cárcel y multas ilimitadas la clonación con fines reproductivos.
Los científicos advirtieron que probablemente se necesiten hasta cinco años para ver resultados concretos. Stojovic ha indicado que las pruebas en animales han sido hasta el momento “alentadoras”, pero que aún quedan preguntas por responder sobre el funcionamiento de células madre manipuladas científicamente y la posibilidad de que se conviertan en cancerosas.
Al igual que el aborto, la clonación polariza a dos grupos irreconciliables: los que se oponen con el apoyo de la Iglesia y los que están a favor en nombre del progreso técnico y la capacidad de elección humana. Ayer, ambos grupos se disputaron el espacio de los medios de comunicación. En representación de 130 organizaciones vinculadas a familiares con problemas genéticos, el Grupo de Interés en la Genética saludó la aprobación del proyecto y señaló que “millones podrían beneficiarse con la investigación de la Universidad de Newcastle”. Por su parte, el grupo “Life”, opuesto a este tipo de investigación, calificó de “deplorable” la decisión del HFEA. “Todos estamos a favor de vencer enfermedades incurables de este tipo. Pero no necesitamos la clonación para lograrlo. Las células de los adultos pueden cumplir la misma función y hacerlo incluso mejor”, indicó el catedrático Jack Scarisbrick.
La polémica refleja un intenso debate que toma lugar en todo el planeta frente a los dilemas éticos que plantea el vertiginoso avance de la ciencia médica. El correlato de esta polémica es una amplia disparidad de sistemas regulatorios en todo el mundo. En Europa, Gran Bretaña es el único país que se ha atrevido a autorizar la clonación de embriones humanos. En diciembre, Corea del Sur autorizó la clonación para fines terapéuticos y en febrero sus científicos se convirtieron en los primeros en anunciar la extracción de células madres para la investigación. En Estados Unidos la prohibición se ha convertido en un tema de la campaña para las elecciones presidenciales de noviembre. El candidato demócrata, el senador John Kerry, señaló que eliminaría las restricciones que, desde agosto de 2001, impone el gobierno federal estadounidense para la investigación. El tema es tan candente que una republicana de alma, Nancy Reagan, esposa del ex presidente republicano Ronald Reagan, quien falleció recientemente tras años de padecer Alzheimer, criticó en términos inusualmente duros al gobierno de George W. Bush por su política en el tema.