Kirchner aprovechó una reunión con el ministro de Educación, Daniel Filmus, para pronunciarse en favor de la libertad de las universidades a la hora de determinar el sistema de ingreso de los estudiantes. De acuerdo con lo que informó Filmus, el Presidente destacó que la autonomía académica es una de las estrategias principales para garantizar la continuidad de los proyectos universitarios más allá de las coyunturas políticas. Justo cuando González García había criticado la forma de ingreso vigente en la Universidad de Buenos Aires para la carrera de Medicina, así como la orientación teórica de las facultades de Psicología. En realidad, el encuentro entre Kirchner y Filmus estaba pautado para anunciar un aumento de 18 millones de pesos en los fondos universitarios, dirigido a programas de investigación científico-tecnológica y de articulación con la escuela media.
“Yo nunca hablé de cupos.” El ministro de Salud intentó ayer bajar la intensidad de la polémica. Negó haberse manifestado por la limitación del ingreso en Medicina y se preocupó por aclarar que respeta la autonomía universitaria. Igualmente, insistió en que el país cuenta con “un médico cada 195 habitantes, lo que es superior a cualquier cifra de cualquier indicador mundial de necesidad”. Y detalló que su propuesta es que, en conjunto, los ministerios de Salud y Educación (nacionales y provinciales) y las universidades trabajen en un plan federal de salud, “para ver qué tipo de recursos humanos necesitamos y sobre qué problemática especializarse”. Agregó que trabaja con los decanos “para hacer programas masivos de capacitación con todas las facultades de Medicina”.
También dijo que el Gobierno anunciará en los próximos días una línea de financiamiento para las universidades con el fin de “recapacitar a varios miles de médicos”.
En apoyo del ministro se manifestó el secretario de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Alfredo Stern: “Hay mucha irresponsabilidad en muchas universidades por fabricar profesionales que vienen muy mal preparados... Ninguna universidad puede preparar 5 mil médicos por año, todos en el mismo nivel. Formar mucho más de lo que se necesita y de lo que se puede es un acto de irresponsabilidad”.
Mientras, continuó la lluvia de respuestas a las críticas de González García. Desde Córdoba, donde el ministro abrió el debate, la presidenta del Colegio de Psicólogos, Silvia Storni, advirtió que, si bien “hay una mala distribución” de los profesionales en el país, a la vez “la población reclama la intervención del psicólogo, pero el Gobierno no incorpora la cantidad suficiente para la solución de los problemas de la gente”.
Además, consideró que las críticas del funcionario “ofenden porque no se basan en investigaciones confiables y sólidas”. “Hoy los problemas individuales están atravesados por los sociales y nosotros podemos darles una respuesta –completó–. Recibimos muchas consultas sobre estrés, adolescentes, alcoholismo, depresión, violencia familiar.” Aludía así a una de las expresiones de González García, según la cual el exceso de formación psicoanalítica conspira contra el abordaje de problemas centrales para la sociedad argentina.
Tras rechazar por “prejuiciosas, irresponsables y carentes de fundamento” las declaraciones del ministro, la mayoría de graduados (Convergencia) de la Facultad de Psicología de la UBA consideró: “Es absolutamente falso que no se pueda trabajar con problemáticas como el alcoholismo, la violenciafamiliar, la drogadicción, entre otras, desde una perspectiva psicoanalítica”. De hecho, los egresados aseguraron que esa unidad académica lo hace desde hace una década a través de programas de atención y prevención “con resultados satisfactorios”.