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Países subdesarrollados, bajen sus barreras ante la OMC

A menos de un mes de la reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que se realizará en Hong Kong entre el 8 y el 13 de diciembre, persisten las discrepancias respecto de la liberalización del comercio mundial de productos agrícolas, de manufacturas industriales y de servicios.

15 de noviembre de 2005, 00:09.

Por Romina Scafati

Agencia Taller - Escenarios Latinoamericanos

romipauli@yahoo.com

La Unión Europea (UE) insiste en que los países subdesarrollados se comprometan a abrir más sus mercados para los productos industriales y los servicios a cambio de concesiones en la agricultura.

Bruselas indicó esta semana que había hecho su mejor oferta sobre aranceles y que quería que el Grupo de 20 naciones en desarrollo (conocido como G20), liderado por Brasil e India, y que reúne a varias naciones latinoamericanas, abra los mercados industriales y de servicios.

En un intento por acortar las diferencias que dificultan un nuevo acuerdo mundial de comercio, se reunieron en Roma el comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson y el canciller brasileño, Celso Amorim.

Ambos dirigentes intentaron negociar sus puntos de vista en relación con los aranceles, el proteccionismo y las exportaciones de productos agrícolas.

Pero las diferencias son demasiado grandes. Brasil, junto con el MERCOSUR, pretende que se abran los mercados agrícolas de la UE, mientras que esta requiere que el bloque económico de nuestra región abra los mercados de manufacturas de base industrial y de servicios.

La UE ha presentado varias ofertas, entre ellas la reducción del 46% en los aranceles para la importación de los productos agrícolas y un recorte del 70% de los apoyos internos que distorsionan el comercio.

Brasil es uno de los socios de la OMC que muestra posiciones más duras respecto a la UE,y consideran que la agricultura es el motor de las negociaciones.

En concreto, durante la reunión entre Mandelson y Amorim no se llegó a ningún consenso. Inclusive varios medios de información, como Granma, pronostican que la reunión de Hong Kong será un fracaso.

Brasil dejo muy en claro su postura: que negociar no significa tener que aceptar las condiciones que requiera la otra parte. Los países subdesarrollados también imponemos barreras en aras de nuestro beneficio.

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