Si bien en toda organización existen conflictos, más grandes, más pequeños, existen también herramientas que ayudan a resolverlos. En ese camino, que tiene como horizonte una convivencia lo mejor posible, es primordial la escucha. Con estas ideas, la rectora Esther Sánchez dejó inaugurada una instancia de formación sobre Gestión de Conflictos en las Universidades.
“Nos pasamos la mayor parte de nuestra vida, o la mayor cantidad de horas de nuestra vida en los espacios en los que trabajamos —continuó la Rectora—. Creo que hay que disfrutar lo que hacemos y para eso tenemos que ir resolviendo esas diferencias, esos conflictos que generan la convivencia. Entonces, qué mejor que aprender cuáles son esas herramientas para resolver esos conflictos”.
El destacado jurista Alejandro Nató, experto en Conflictología y con una extensa trayectoria en la resolución de conflictos, fue invitado especialmente para dictar este taller para el personal de toda la UNCUYO. La capacitación continúa el viernes 16, en horario de mañana, en el CICUNC.
“La cantidad de conflictos que se dirimen por sumarios, donde se podría haber dialogado, son infinitos. Si no hay un espacio dialógico, la inercia con la cual se lleva adelante la práctica de la prosecución de un conflicto dentro del mundo administrativo, termina siendo nocivo en las relaciones, en los vínculos. Nocivo en cuanto a que deja un sancionado, un herido dentro del camino, en vez de tratar de coser fragmentos, que es en definitiva el lugar que tiene la mediación”, dijo Alejandro Nató.
Para el especialista —confeso militante desde hace muchos años de la causa mediadora— en la universidad hay una cultura organizacional típica que tiene un punto de fuga natural: el sumario.
“Salir del sumario cuesta, entonces, tener este marco para reflexionar juntos, para co-construir diagnóstico, para saber dónde estamos y a partir de allí qué hacer con los conflictos, sabiendo también qué denotan los conflictos, cómo atraviesan a cada persona los conflictos, yo creo que va a ser un espacio que que nos va a retroalimentar a todos”, aseguró.
Tratando dar un encuadre sobre la dinámica, Nató explicó que la idea es ofrecer herramientas para poder hacer algo con los conflictos, pero que con esto solo no alcanza, porque lo importante es poder comprenderlos. “Todo tiene un contenido teórico que viene de la Conflictología. Todo tiene un proceso de interpretación también, que obedece a una lógica que si no se practica, si no se ve, no sirve”, indicó.
Para poder avanzar en este trabajo, durante el taller el especialista pone la lupa en cómo miramos los conflictos desde una visión, cómo podemos tener capacidad de análisis de los conflictos, cómo podemos planificar algún tipo de acción con los conflictos y cómo podemos, luego, abordar los conflictos con herramientas.
“Ya les dije la palabra co-construir y la vuelvo a repetir. Vamos a abrir conversaciones entre nosotros. Seguramente ustedes tienen mucha experiencia, mucho para decirnos y, al mismo tiempo, todos tenemos mucho para aprender de los otros. Gracias por la confianza y por permitirnos también a los que estamos en el campo de la mediación, aprender de lo cotidiano, de lo que acontece dentro de la universidad”, concluyó.
La mediación como herramienta de gestión
No es la primera vez que Alejandro Nató visita la UNCUYO. En esta ocasión, fue invitado por el Área de Mediación Universitaria y la Dirección General de Personal de la Secretaría de Gestión Económica y de Servicios. Como parte de su agenda universitaria, este viernes 16, por la tarde, dictará el taller Conflictos estudiantiles y herramientas para su gestión, propuesta dirigida a centros de estudiantes y estudiantes secundarios y universitarios.
Pamela Kemelmajer, coordinadora del Área, explicó que la necesidad de un ámbito desde el cual gestionar los conflictos tenía su corolario en el altísimo porcentaje de licencias psiquiátricas que se generan dentro de los espacios laborales: “No es necesario enfermar por no poder asumir, por no poder conversar, por no poder dialogar”, reflexionó al tiempo que recordó que cualquier persona de la comunidad puede solicitar la intervención del área, así como acercar proyectos, ideas o, simplemente, tomar contacto para generar espacios de conversación.
Cecilia Asensio, titular de la Secretaría, creyó importante poder generar procesos para que la mediación sea una herramienta que esté al alcance de todos y que permita resolver los problemas antes de que escalen a situaciones límites, es decir, donde las personas quieren cambiarse de lugar o quieren irse, porque no están cómodas o no la pasan bien.