El Área de inclusión de personas con discapacidad de la UNCUYO inició el dictado del curso básico de Lengua de Señas Argentina (LSA) destinado al personal de apoyo académico de la Universidad y al del Programa Educación Universitaria en Contexto de Encierro (PEUCE). La oferta proporciona los conocimientos elementales de la Lengua y la Cultura Sorda para lograr una comunicación eficiente con personas que tienen esa discapacidad sensorial.
El curso es gratuito y se realiza en la Facultad de Ciencias Económicas. La duración es de cuatro meses y proporciona las herramientas principales para obtener una competencia comunicativa que permita desarrollar interacciones con personas sordas.
La iniciativa busca capacitar al claustro no docente de la UNCUYO y a personal del PEUCE para propiciar la participación efectiva de las personas sordas que utilizan la lengua de señas para comunicarse dentro de la comunidad.
“Dentro de la Universidad hay estudiantes docentes y no docentes que se comunican por medio de la lengua de señas y la inclusión implica atender estas particularidades que hacen a la igualdad y la equidad de todas las personas”, explicó Verónica Martínez, responsable del Área de Inclusión de personas con discapacidad.
Con estas actividades el Área procura garantizar los derechos de las personas con discapacidad y lo hace con la colaboración de la Facultad de Educación que facilita las profesoras. En esta oportunidad, Elizabeth Enríquez Olmos, instructora de Lengua de Señas Argentina y directora de Grupo de Instructores Sordos/as de Lengua de Señas Argentina (GILSA) de la Asociación de Sordos de Mendoza, es la responsable del dictado del curso.
Además del personal de la UNCUYO se suma al del PEUCE porque hay un estudiante privado de libertad que es sordo y utiliza la lengua de señas para comunicarse. “Una vez más la Universidad se enmarca en el paradigma de derechos e invita a participar a personal del Programa en esta propuesta de formación sobre la lengua de señas”, aclaró Martínez.
La idea surgió de la directora de Programa, Melisa Moyano, y juntas acordaron que era importante ofrecer la capacitación a las personas relacionadas directamente con el estudiante sordo: “Ello implica una mirada hacia la inclusión social y mejora en la calidad de vida”.
El desafío de la inclusión
- Este año el Congreso de la Nación aprobó la Ley 27710 que reconoce a la LSA como una lengua natural y originaria que conforma un legado histórico inmaterial como parte de la identidad lingüística y la herencia cultural de las personas sordas en todo el territorio de la Nación Argentina.
- La aprobación de esta Ley constituye un nuevo avance en la construcción de la accesibilidad en distintos entornos, productos y servicios. Y también en el fortalecimiento de una mirada que auspicie el protagonismo social de las personas sordas.