La UNCUYO inauguró el mural “Presente” para rescatar la memoria a través del arte y reivindicar y recordar a estudiantes de las facultades de Artes y Diseño y de Ciencias Políticas y Sociales, desaparecidos y asesinados en la última dictadura cívico-militar. La obra, de 8 m x 22 m, se pintó en la pared sur del Bloque de Aulas Comunes y Tecnológicas (BACT), del Centro Universitario.
La pintaron estudiantes de las licenciaturas en Artes Plásticas y Profesorado en Artes Visuales bajo la supervisión del profesor Eduardo González. Ellos son Sergio Benegas, Martin Bisceglia, Carla Gómez, Ignacio Fernández, Marcos Macho, Valentina Palacios, Anabel Orán, José Pavez, Sebastián Sosa y Catalina Vergne Jatuff. Antes de plasmar la obra, los jóvenes investigaron la historia de vida, lucha y militancia de los homenajeados: Adriana Bonoldi, Ana Beatriz Corsino, Blanca Santamaría, Gladys Castro, Carlos Gregori, José Vila Bustos, Josefina Becerra, Leonor Mercuri, Marta Saroff y Miguel Pointeau.
Asistieron a la presentación del mural autoridades de las facultades, los artistas y familiares de las víctimas. En ese ámbito Nino Bonoldi, familiar de Adriana Bonoldi, mencionó que se trata de "un pequeño regalo en esta militancia continua. En este camino siempre nos van ocurriendo cosas hermosas, como la aparición de Claudia, la nieta 117. Así es la militancia: cuando llegamos a algo, se abre un nuevo camino".
Eva Leroux, hija de Marta Saroff, celebró la iniciativa de las facultades y el compromiso de los alumnos con la historia y con otros compañeros. “Cuando mi mamá estudiaba en la facultad tenía la misma edad que hoy tienen los chicos que pintaron el mural. Es muy emocionante verlo con las dimensiones que tiene, y lo que implica: la memoria y la recuperación de la identidad", pronunció.
Las artistas
Valentina Palacios contó su experiencia y elección de pintar a Marta Saroff. “Leí que ella trabajó como alfabetizadora en villas miseria y mi mamá también trabaja como alfabetizadora para adultos y jóvenes”. Asimismo, comentó que le impactaron la mirada y la sonrisa: “Era una de las pocas que sonreía en las fotos blanco y negro que nos dieron”. Explicó que la representó con colores fuertes y puros porque esa fue la energía que le transmitió. “Hacer este mural fue un reto de trabajo en equipo", concluyó.
Por su parte, Carla Gómez eligió a Adriana Bonoldi porque le interesó que fuera profesora de Música. “La representé con varios colores porque así me la describieron: como una mujer que se vestía con muchos colores y siempre sonriente", apuntó. La estudiante valoró la experiencia de haber conocido a los familiares durante el proceso de creación de la obra.
"Yo pinté a Beatriz Corsino”, dijo Anabel Orán. Mencionó que lo que le gustó fue que tocaba el piano y que era profesora de Música. "Me impactó que ella trataba de llevar la música a los lugares más necesitados, no se quedaba sólo en la facultad y los medios académicos. También rescató el haber podido conectarse con su familia, "Hablé con su hijo, quien me mandó fotos y poemas; para mí fue un placer hacer esto", destacó.
