Además la formación de los estudiantes de Ingeniería, la instalación -ubicada a un costado de la Facultad, en el Centro Universitario- también podrá ser utilizada para la capacitación de personal de empresas vinculadas con la actividad. Igualmente -según anunció el decano de Ingeniería, Eduardo Manfredi- esta planta "quizás única en el país, por sus dimensiones y su tecnología, constituye una infraestructura importante para "el proyecto de investigación y desarrollo de energías alternativas basadas en el aprovechamiento de aceites vegetales", que ejecutan en conjunto las Facultades de Ingeniería, de Ciencias Agrarias y de Ciencias Aplicadas a la Industria de la UNCuyo. La historia de este emprendimiento se remonta al año 2001, cuando un equipo de Ingeniería, comandado por el ingeniero Pablo Gusberti, obtuvo el premio-estímulo otorgado por Techint en el concurso de "Proyecto de actualización de cátedras y laboratorios". El proyecto, titulado "“Mejoramiento de la calidad de la enseñanza en cátedras de la Facultad de Ingeniería de la UNCuyo”, se hizo acreedor al premio de 20.000 dólares. La Facultad decidió destinar a la construcción de la planta piloto esos recursos que, debido a la incidencia de la caída del régimen de la Convertibilidad, quedaron cortos. Fue en esa circunstancia que que se gestionó y obtuvo la colaboración de la empresa Repsol-YPF para terminar la instalación, además del aporte del equipo complementario y la puesta en marcha de la planta. En total, según estimó Gusberti, sumando el premio, la colaboración de Repsol-YPF y un pequeño aporte de la Facultad, la inversión para completar la obra supera los 60.000 pesos. En el acto de inauguración, que contó con la presencia de representantes de todos los involucrados en la iniciativa, además de docentes y alumnos, el gerente de Relaciones Humanas de la Destilería Luján de Cuyo, Angel Zuliá, sintetizó el espíritu de quienes participaron en el trabajo como "el aporte de algo más de lo que uno tiene que cumplir por las funciones que desempeña". Como expresión de agradecimiento a quienes hicieron posible la concreción del proyecto, el decano Manfredi entregó sendos diplomas a los ingenieros Pablo Gusberti, José Luis Pando, Jorge Fahra, Gonzalo Seijo, Alfredo Pugliese, José Ramón Minni, María Teresa Pizzolo, César Cáceres y al alumno Alberto Alvarez. Para finalizar, se descubrió una placa a través se asigna a la planta piloto el nombre de Jorge Fahra, un histórico docente e investigador de la Facultad. Junto con el decano Manfredi, fueron los encargados de hacerlo Jorge Fahra hijo y su madre. También quedaron expuestas sendas placas de agradecimiento a las empresas Techint y Repsol-YPF.