El Consejo Gubernativo de Irak tenía un favorito para la elección de presidente (quien a los fines prácticos es menos importante que el Primer Ministro en Iraq porque es este último quien tiene más poderes). Pero aún así, el Presidente es una figura muy representativa. El favorito del Consejo Gubernativo de Iraq era el ingeniero suní Ghazi al-Yawarav. Y fue elegido, claro que tras un extraño proceso.
Luego de que el que era considerado “candidato” de Estados Unidos para el puesto, Adnan Pachachi fuese elegido, y pocos minutos después renunciara a ese cargo fue designado el suní, representante de la segunda etnia mayoritaria en Iraq, luego de la comunidad shií.
Pero en realidad los ocupantes están manejando el proceso de supuesta transferencia de soberanía a Iraq a su deliberado antojo. A simple vista, la elección de al-Yawarav ha sido un “triunfo” del Consejo Gubernativo (que mejor sería denominarlo “Consejo Títere”) ya que se produjo luego de la dimisión del “candidato” de los ocupantes. Pero sucede que al-Yawarav también llegó con los ocupantes el año pasado.
El electo presidente, el adinerado ingeniero suní, era hasta el 31 de mayo el presidente del Consejo Gubernativo, cargo que asumió tras la muerte en un atentado del anterior presidente. A este puesto llegó porque luego de haber vuelto a Iraq el 4 de junio del año pasado, fue designado como miembro del Consejo Gubernativo por Bremen (procónsul de la Autoridad Provisional de la Ocupación).
Al-Yawarav, de 46 años, se graduó de ingeniero en la Universidad George Washington en Estados Unidos. Luego se trasladó a Arabia Saudí donde estudió ciencias del petróleo en la Universidad de Dhahran, y allí abrió una exitosa empresa de telecomunicaciones.
Este jeque sunita es jefe de la tribu árabe Shammar, que incluye clanes sunitas como chiitas, y se calcula que está compuesta por unos seis millones de personas distribuidas por Iraq, Jordania, Arabia Saudita y Siria. Esto le daría al nuevo presidente una amplia representatividad.
Al-Yawarav parece más cercano a los iraquíes que Pachachi, porque usa la vestimenta típica, y ha realizado declaraciones a favor de una transferencia total de soberanía a Iraq, pero él llegó con los ocupantes el año pasado, y ha condenado la violencia de las tropas insurgentes iraquíes contra las fuerzas de ocupación extranjeras. Es que todo imperio para desarrollarse necesita aliados locales.
De todas maneras, el puesto de Presidente es meramente protocolar, sin peso político. Aunque es necesario que destaquemos que las relaciones de al-Yawarav con Estados Unidos son muy fluidas.
Con esta designación, y la anterior de Alawi como primer ministro es evidente que las intenciones de restaurar la plena soberanía en Iraq son solamente apariencias, un barniz que el imperio quiere pasar por encima de los procesos reales que se están llevando a cabo.
A esta lista tenemos que agregar que Estados Unidos construye en Iraq la más grande de sus sedes diplomáticas, en la cual desempeñarán sus funciones entre tres mil y cinco mil personas. Más una fuerza de ocupación compuesta por más de 130 mil efectivos que no va a irse después del 30 de junio. ¿De qué soberanía estamos hablando?
Cecilia Pérez Druetta
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