Desde hace seis años se realizan en todo el mundo festivales a favor de la despenalización del consumo de drogas. El evento se lleva a cabo el primer fin de semana de mayo. Este año, 348 ciudades de 44 países se dieron cita alrededor de esta consigna. El domingo 2 de mayo, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires a cargo de Aníbal Ibarra prohibió el evento. Lo curioso es que en los dos últimos años el festival se había realizado y el gobierno de turno es el mismo que hoy lo impide. Así miles de personas reunidas en el Rosedal fueron privadas de un festejo contra la intolerancia.
ARDA (Asociación para la reducción de daños de la Argentina), cuyo titular es el licenciado Gustavo Hurtado, es el organismo encargado de la realización del encuentro. Esta organización está compuesta mayoritariamente por profesionales de la salud y del derecho, cuya posición es la de reducir los daños sanitarios y sociales que ocasiona el consumo de drogas. Acertadamente, se distancian de una posición pro drogas, para argumentar que el consumo es un problema ya instalado y es necesaria una solución en el campo sanitario y social. Así, se oponen a la actual política que criminaliza el consumo.
Desde esta entidad se argumenta que la prohibición pasa por alto el artículo 19 de la Constitución Nacional cuyo contenido establece que las acciones privadas que no atenten contra el bien público están exentas de la autoridad de los magistrados. Apuntan a influir en la responsabilidad del Estado para definir políticas públicas. Plantean la necesidad de reducir los daños de todas las drogas, entre ellas, la marihuana, la pasta base, la cocaína, el éxtasis y la ketamina. Se cuenta dentro de ésta posición también el uso de drogas intravenosas y su relación con el HIV.
El organismo trabaja en conjunto con diputados y legisladores de todo el país y ya existen varias iniciativas tendientes a modificar la legislación. Existen además, fruto del trabajo de la agrupación, el libro “Entre los fracasos y daños de la prohibición” cuyo prólogo está a cargo de Eugenio Zaffaroni, y el álbum “El demonio es otra cosa”, un compilado de bandas entre las cuales están Karamelo Santo, Kapanga, Las Manos de Filippi y Carajo.
El segundo fin de semana de mayo Rosario fue la sede de este festival pero en este caso la Municipalidad apoyó esta propuesta. En Córdoba el primero de mayo se realizó una peña que se inscribe en la misma línea. Lejos de la apología ,el tema debe ser tomado en serio y se necesita más que mentes cerradas para solucionar estos problemas. Sin embargo últimamente sólo se ven medidas represivas. De un tiempo a ésta parte sólo se prohíbe y no se fomenta la libre elección, sin embargo ésta libertad es posible si se trabaja responsablemente en ella, no muy lejos del país ésta realidad ya es posible, en Uruguay y Colombia, no el primer mundo solamente, acá nomás...
Analía Profera
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22 de noviembre de 2024