La rectora Esther Sánchez propuso al Consejo Superior una pauta presupuestaria para el 2023 que se trabajó con todas las Facultades y los representantes de cada uno de los claustros. La discusión sobre cómo se orientarán los recursos que priorizarán los ejes de gestión involucró a estudiantes, profesores, egresados, personal de apoyo académico y decanos; se aprobó por consenso e implicó análisis y debates acerca de cómo se orientarán los recursos.
Entre las novedades propuestas, se puede destacar que la metodología de distribución de varias de las partidas requerirá de un consenso previo respecto de los criterios con los que se van a asignar esos recursos, así como también el modo más explícito y transparente de presentación de los destinos de esos gastos. Además, el gobierno del Rectorado, propició un nuevo perfil de ejecución de las distribuciones, que será descentralizado en favor de las facultades e institutos.
La Rectora señaló que fue un trabajo enriquecedor, signado por la apertura y participación, y que implicó una “discusión constructiva para alcanzar acuerdos colectivos”. La lógica presupuestaria, añadió, “implica distribuir fondos escasos entre numerosas necesidades y para ello es necesario ordenar”.
“La distribución equitativa y consensuada de los recursos, jerarquizando los objetivos estratégicos, implica un cambio cultural para la Universidad”, explicó Sánchez al tiempo que lo calificó como “justificado, responsable, comprometido y consensuado”.
El presupuesto 2023, sostuvo, prevé refuerzos destinados a fortalecer políticas y proyectos comunes a toda la Universidad con una metodología de distribución acordada y con un foco principal: el estudiante en el centro de todo y el desarrollo de su bienestar integral y su formación. Entre esas líneas de financiamiento se pueden mencionar la de sostenibilidad, de innovación educativa, de investigación, de transformación digital, entre otras que se detallan a continuación.
La propuesta académica, a partir del año que viene, promoverá grados crecientes de virtualización en todos los niveles y modalidades educativas de la Universidad. Así como también la producción de materiales educativos que estén al servicio de la bimodalidad y de la opción pedagógica a distancia, que también se aplicará en los ingresos a las diferentes carreras.
Con respecto a este eje, la Rectora mencionó que como prueba piloto ya se desarrolla -y con éxito- en las escuelas de la Universidad el programa “For+”, que ofrece formación complementaria y acreditable, a demanda y a través de innovadoras propuestas en la virtualidad.
Uno de los aspectos centrales que propone el gobierno universitario en este presupuesto se enfoca también en mejorar las experiencias de los estudiantes durante sus recorridos; por lo que los recursos también se destinarán a lograr una transformación curricular, mejorar los indicadores de permanencia, los de egreso y también atender las trayectorias académicas, añadiendo herramientas vinculadas con el mundo laboral.
Asimismo, Sánchez informó que el próximo ejercicio presupuestario pondrá en valor, especialmente, investigaciones que desarrollen proyectos orientados a resolver problemas de la sociedad. Y que prevé reforzar el fondo de Internacionalización que se ocupa de movilidad docente y estudiantil para realizar intercambios o carreras de posgrado en el exterior.
Por otra parte, las asignaciones presupuestarias para la transformación digital en la UNCUYO se centrarán en lograr la madurez digital, mejorar los procesos y adecuación y actualización de infraestructura tecnológica.
Otra prioridad para la nueva gestión es la creación de líneas presupuestarias que apoyarán proyectos transversales como el de sostenibilidad o la articulación de todas las áreas de salud de la UNCUYO. Para ello se generaron programas específicos que apoyan el desarrollo de estos ejes que se consideran estratégicos.
“Se ha trabajado mucho en integrar programas que abordan distintos temas, lo que entendemos que hace a una gestión más adecuada del presupuesto”, sostuvo Sánchez.
Entre ellos, mencionó la atención de personas con discapacidad y la creación de un área transversal que integra todo el trabajo sobre Derechos Humanos. También, el fortalecimiento del área que trabajará integralmente temas relacionados con género, con un incremento de fondos de más del 500% con respecto a la actual asignación presupuestaria.
Además, detalló que se reforzará el Programa de Educación en Contextos de Encierro, al que se considerará como una nueva modalidad educativa; y que se creó un área que contribuirá y colaborará con las facultades en todo lo concerniente a la evaluación y acreditación de carreras.
Por último, hizo alusión al mantenimiento y normalización de los edificios y la seguridad, que tendrán fondos específicos.