Lilia Dubini, la responsable de la organización de la Olimpíada en la UNCuyo, fue la encargada de dar la bienvenida a las delegaciones de los diferentes países de América. La académica instó a seguir creciendo para incentivar las vocaciones y un espíritu americano. “Todos los que estamos acá estamos convencidos de que la Ciencia es muy importante para el desarrollo del país”.
Manuel Tovar, el director del Instituto de Ciencias Básicas de la UNCuyo destacó otros beneficios de la participación en estas competiciones, como el conocimiento de la cultura de otros países. “Esta es una oportunidad única para generar relaciones interpersonales que son muy importantes y que pueden durar años o toda la vida”.
La Ciencia invade nuestra vida desde que somos pequeños y está presente en nuestra vida cotidiana. Así lo aseguró la decana de la Facultad de Educación Elemental y Especial de la UNCuyo, Mónica Castilla. “Creemos que los procesos de investigación científica atraviesan nuestra vida cotidiana” y agregó que es importante que los estudiantes de nuestras carreras y los maestros contribuyan a despertar vocaciones e intereses. “Tenemos que tener elementos que nos ayuden a comprender la realidad que vivimos cotidianamente”, cerró la especialista.
Alicia Hunter, coordinadora del programa de Olimpíadas del Ministerio de Educación de la Nación, recordó que esta Olimpíada a nivel nacional para la Argentina comenzó con 40 participantes y hoy hay más de 3.000 chicos que participan todos los años. El amor por la Ciencia se estimula desde pequeño. Estimularlo contribuye a que comprendan su realidad. A los chicos les dijo que todos deben considerarse ganadores porque la decisión que han tomado de dedicar su tiempo al estudio es el primer premio que van a llevar toda su vida. “No sé si van a tener éxito en lo material pero van a vivir una vida plena”, concluyó la representante de estas competiciones a Nivel Nacional.
La secretaria Académica de la UNCuyo, Claudia Paparini, cerró el acto formal y se refirió a la enseñanza de las Ciencias en las escuelas primarias. Al respecto dijo que hay profesores que enseñan anónimamente Ciencia y despierten un interés por explicar lo que nos pasan en la vida cotidiana. “Debemos agradecer a estos profesores que hacen esta tarea sin esperar felicitaciones”, señaló.
También se refirió a los jóvenes que participan de la Olimpíada. “Permítanme que les cargue un poco la mochila –les dijo la responsable de los programas académicos de la Universidad- ustedes tienen la responsabilidad de contagiar este interés. De ustedes depende ayudar a los otros chicos y a derribar la creencia que el estudio de las Ciencias Duras es para inteligentes o es más difícil”. La gran obligación es ayudar a que otros también sean felices, aseguró. “Por eso les pido que ustedes ayuden a que otras personas se acerquen a estos conocimientos”.
Con respecto al trabajo conjunto de los países Latinoamericanos que participan Paparini reflexionó “si no confiamos en la Ciencia jamás vamos a llegar a niveles sociales o económicos que permitan a nuestros países vivir mejor”. Y profundizó la idea de que los latinoamericanos debemos trabajar unidos para “llevarnos de las manos a mejores niveles de desarrollo y lograr que los habitantes de nuestros países tengan cada vez más una vida más digna”.
Los jóvenes argentinos que participan, que son 9, se seleccionaron en las instancias nacionales de las olimpíadas de Ciencias Junior 2012 y 2013. Hay un mendocino de la Escuela de Agricultura de General Alvear de la UNCuyo, Luis Ravotti. Además hay 5 estudiantes de Brasil, 4 de Bolivia, 2 de Chile y 6 de México. Todos ellos sortearon instancias previas de selección en sus países.
En esta primera edición de la Olimpíada Americana se conformará el comité americano que elaborará un temario acorde a la realidad de nuestros países.
Esta competición está organizada por el Centro del Desarrollo del Pensamiento (Recreo) que depende de la Secretaría Académica de la UNCuyo y financiada por esa Universidad y el Ministerio de Educación de la Nación.