Por Moisés Ortiz y Germán Petrich
Enviados Especiales a Chile
Agencia Taller – Escenarios Latinoamericanos
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Se dio lo que todas las encuestas preelectorales indicaban: "el Balotage entre Bachellet y Piñera". A la candidata del oficialismo con casi el 46% de los votos no le alcanzó para llegar a la presidencia a pesar de superar ampliamente al candidato de Renovación Nacional, el empresario Sebastián Piñera, que obtuvo un 26%. Seguidamente se ubicó con un 23% el ultraderechista representante de la Unión Democrática Independiente (UDI) Joaquín Lavín. Tomás Hirsch, el candidato de Juntos Podemos Más, coalición que reunió a diversos partidos de izquierda (Partido Comunista, Partido Humanista. MIR entre otros), obtuvo un 6% de los sufragios, cifra que duplicaría a la obtenida por el Partido Comunista en las últimas elecciones presidenciales.
El peso de la Concertación en las legislativas puede inclinar la balanza para el lado de Bachellet en el balotaje, pero también hay que tener en cuenta la alianza de derecha. Está más que claro que Lavín otorgará su apoyo para que Piñera resulte electo, a pesar de que la crisis en el partido Alianza por Chile, donde ambos participaban, provocó un distanciamiento muy grande entre ellos hasta el punto de quebrar a la derecha.
También se conoce que el apoyo mutuo que tienen Lavín y Piñero es de palabra, no hay documento que lo avale, pero el candidato de la UDI ya reconoció ante los medios su derrota en las elecciones, y aseguró que hará todo lo posible para que Piñera sea presidente. En el mismo orden de cosas se supone también que no todos los votos de Lavín se traspasarán directamente a Piñera.
Por su parte la dirigente del Partido Comunista Gloria Rodriguez en diálogo con Agencia Taller aseguró que si apoyan a la Concertación será con la condición de que cumplan con una serie de propuestas. Entre las importantes, que también fueron mencionadas por Hirsch en su cierre de campaña, se destacan: la re nacionalización del Cobre, el aumento de sueldos y la eliminación de sistema previsional y de salud privados para reemplazarlo por uno que pertenezca al estado y que preste servicios sociales a la población, y la eliminación del sistema electoral binominal al que calificó Hirch de "antidemocrático, excluyente y no proporcional".
Este actual sistema electora no permite la representación verdadera de los candidatos elegidos por el pueblo. Posibilita que un candidato que obtuvo por ejemplo el 5% de los votos pueda entrar al congreso y no así un candidato que haya obtenido el 20% (similar a La Ley de Lemas aplicada todavía en algunas provincias argentinas)
El abogado de Derechos Humanos y candidato a Senador por el Pacto Juntos Podemos Más Eduardo Contreras al ser consultado por Agencia Taller sobre qué apoyo brindaría la izquierda a la Concertación, dijo: “lo lógico sería no decretar libertad de acción como se hizo en la elección pasada respecto a Lagos porque me parece que eso es una posición ambigua. La izquierda debe tener una posición de exigir a los candidatos que vayan a segunda vuelta sean quienes sean la suscripción de compromisos muy claros pero muy concretos. Por ejemplo si hablamos de derogar el sistema binominal debiéramos presentar un proyecto ya redactado y que solo faltara la firma para presentarlo”. Agregó que “como también está en agenda el alza de las pensiones, jubilaciones y otros temas sustanciales. En ese caso si están de acuerdo, nosotros de izquierda los apoyamos. No vamos a ser salvavidas de un sistema tan neoliberal como es el de la derecha, pero si se asumen este tipo de compromisos nosotros los apoyamos, si no están de acuerdo votamos nulo” Y concluyó:”no queremos puestos y el que va a decidir en definitiva es nuestro candidato Tomás Hirsch”.
Teniendo en cuenta que la socialista Michele Bachellete declaraba en su cierre de campaña la plena convicción de ganar en primera vuelta, nunca barajó la posibilidad de alianza con el candidato de Juntos Podemos Más. Podemos agregar a esto que la Democracia Cristiana, el otro polo de la Concertación, continuará apoyando incondicionalmente a la candidata por más que Piñera intentó incorporar a aquel partido a las filas de Renovación Nacional.
Una ventaja muy grande que tiene la candidata es el apoyo que recibió durante su campaña de parte del actual presidente Ricardo Lagos. Su imagen positiva juega un papel fundamental para el triunfo oficialista y la continuidad de un plan de gobierno que lleva ya 16 años.
Un posible triunfo en segunda vuelta de la Concertación, por cuarta vez consecutiva, dejaría ver a las claras que la derecha en Chile no encuentra un líder carismático capaz de hacer frente al oficialismo. Lavín ya tuvo la posibilidad de llevar a la derecha al gobierno en las elecciones presidenciales de 1999. De haberse concretado tal situación, la implementación de las políticas en materia de derechos humanos no hubiera tenido los “mínimos avances” que hoy tiene.
Decimos esto porque entre los miembros de la UDI se encuentran figuras como el ex Ministro del Interior pinochetista Sergio Fernández, quién calificó de “ataque de la izquierda en el mundo” la detención en Londres del dictador en 19980. El actual Diputado Pablo Longheira y el Senador Hernán Larraín también brindaron su apoyo a la dictadura.
Para que estas cosas no se repitan, Chile debe abandonar el tutelaje impuesto a su democracia por las Fuerzas Armadas para pasar a tener una democracia participativa dejando de lado la constitución heredada de la dictadura para reemplazarla por una que responda a los intereses populares.
El escenario está abierto.